TEGUCIGALPA-HONDURAS. Cuando Claudia Almendarez, una dinámica reportera del noticiero Hoy Mismo, se enteró que estaba embarazada, cuenta que, si bien se llenó de alegría, llegaron muchos temores a su vida.
Aquel miedo que sintió cuando supo que un ser crecía en su vientre, tenía que ver con las responsabilidades que en adelante debía asumir, recuerda la joven comunicadora que aparece todos los días en la pantalla chica de la televisión.
Sin embargo, Claudia relata que aquella noticia que hace cinco años la sorprendió y la atemorizó, se convirtió después en el camino para vivir lo que ahora llama la mejor experiencia de su vida.
Claudia es madre soltera y como tal representa el día a día de muchas mujeres hondureñas, que trabajan al tiempo que atienden crianza de sus hijos. Ella distribuye su tiempo entre las obligaciones laborales y su familia.
A propósito del Día de la Madre, Diario TIEMPO Digital conversó con Claudia Almendares en una entrevista en la que nos hizo conocer su faceta como mamá, su relación con su hija, Ámbar Isabela Borjas Almendares y las razones de la separación con su ex pareja.
Además, nos contó las dificultades por las que ha pasado y los sueños que tiene para con su nena, que ahora tiene cuatro años de edad.
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A continuación la entrevista:
La maternidad suele cambiar la vida de toda mujer ¿Cómo ese hecho cambió la suya?
Me cambió para bien. Uno antes de ser mamá ve las cosas desde otro punto de vista. Siendo mamá se ve un mundo completamente diferente, pero en mejor forma porque las prioridades son otras. Uno madura como mujer y como profesional. El tema de las responsabilidades lo hace a uno también tratar de salir adelante y esforzarse un poco más por las cosas.
¿Cómo asimiló cuando se dio cuenta que sería madre?
Fue algo complicado en cierto punto porque como mujer uno piensa un montón de cosas y tiene miles de temores. Pero con el paso del tiempo se convierte en la etapa más linda el estar embarazada y ser mamá. Es una experiencia única que no se compara con nada.
En primera instancia se apodera de uno el temor por todo lo que implica ser mamá. Pero ya después las cosas toman el rumbo que corresponde. Creo que es la mejor etapa que he vivido en mi vida.
Luego de convertirse en madre ¿Cómo hace para mantener su figura delgada y esbelta?
Comer mucho. Obviamente después del embarazo siempre quedan unas libras de más, pero no sé si será genética porque yo no hago ejercicio, dieta, ni nada. De pronto bajé de peso, en los primeros meses anduve un poco incómoda por las libras demás, pero el tiempo se encarga de poner las cosas en el lugar correcto.
¿El ser madre no le quitó su sensualidad?
El tema de sensualidad no es planificado. No sé si soy sensual o no. Es un tema de cómo se siente mejor uno. Para mí, sensualidad no es solo venir y ponerse un gran escote, aunque si las mujeres se sienten mejor así pues «macanudo», pero es más que todo sentirse seguro de uno, para mi es así.
¿Cómo considera su vida de madre y su experiencia con su hija?
Mi experiencia es maravillosa. Mi hija es lo máximo. Mi hija es mi impulso, mi fortaleza, mi orgullo. Es difícil cuando uno es madre separada porque es más o menos el doble de lo que a uno le toca como mamá normal cuando tiene su pareja. Pero no es nada que no se pueda sobrellevar con un esfuerzo extra.
¿Cómo reparte el tiempo con su hija y el trabajo?
Tengo la fortuna que donde trabajo mi horario es flexible en el sentido que puedo compartir con mi hija. Puedo distribuir mi tiempo. Con mi hija paso toda la mañana y después que regreso de trabajar en la noche ella está despierta y seguimos con nuestra convivencia de madre e hija. El fin de semana lo paso completamente con ella y cuando nos podemos escapar nos vamos por un lado a disfrutarnos de madre e hija. Si bien es cierto tengo la oportunidad de pasar con ella en la mañana, el tiempo no es tan de calidad o no es tan prolongado. Pero siempre hay espacios y aunque sea un momentito que sea de calidad lo disfrutamos ambas. Es parte del esfuerzo que se debe hacer cuando se trabaja y se es madre.
¿Por qué se separó de su ex pareja?
Tuvimos diferencias que lamentablemente no pudimos solucionar. Afortunadamente no me ha tocado el caso de algunas mamás que pasan en una lucha constante con los papas. Uno cuando ya es papá debe ser más maduro. Tiene que ser maduro en el sentido que en las instancias de madres y padres lo que importa es el bienestar de los hijos. Y que, aunque en algunas veces uno quiera agarrarse de los pelos y demás, tiene que pensar primero en el bienestar de los hijos. Entonces tratamos de alguna manera de que el tiempo sea compartido. Mi hija tiene tiempo con su papá también cuando él lo disponga porque tratamos que la niña no esté involucrada en pleitos que son de adultos. Los adultos somos él y yo y la niña no tiene por qué verse perjudicada.
¿Su hija tiene relación con su padre o simplemente no?
Por supuesto que tiene comunicación con él. Mi hija tiene el apellido de su padre, convive todos los días con él, va a celebraciones con él. Tienen una relación de padre e hijo. Tratamos que ese espacio que corresponde a cada quien como padre, pese a que no podamos hacer de manera conjunta, pues tratamos que cada uno tenga tiempo con ella, y compartir cosas que se tienen que compartir como padres y madres.
En medio de esta realidad en la que le ha tocado jugar este rol ¿Se considera madre luchadora?
Si el término encierra que antes yo trabajaba con un objetivo en la vida y ahora mi objetivo más importante que es el que mi hija tenga todo lo que necesita y lo que no también, y que pueda ser una mujer de bien, entonces si soy una madre luchona. Me considero una mamá que intenta ser la más responsable para que su hija sea una mujer de bien.
La vida de una madre no suele ser un camino de rosas, es decir, hay momento ¿Cuál es situación más difícil que ha pasado con su hija?
El hecho de la separación. Los hijos recienten la ausencia de la figura paterna en algunos momentos. Por ejemplo, cuando uno se va a acostar con ellos, y a veces le hacen la pregunta a uno ¿y mi papá? Tal vez ese tipo de cosas no lo entienda ella porque está pequeña.
Mi hija apenas va a cumplir 4 años, pero es algo que prefiero que mi hija tenga una salud mental en excelentes condiciones a que por estar con una persona que se tiene que estar solo por el tema de la familia, tenga que estar escuchando algunos problemas, pleitos o desavenencias.
Quizá es duro por esa parte porque uno como padre quisiera que sus hijos nacieran y vivieran en un entorno familiar toda la vida. Pero hay situaciones como el caso mío que no se puede. Día a día tratamos de sobrellevar obstáculos y afortunadamente ahora ella entiende de cierta forma que su papá está en su casa y que su mamá está en su casa con ella.
¿Se ha visto con necesidades hacia su hija? ¿Cómo ha salido de esas necesidades?
Todos tenemos necesidades en la vida, tengamos o no tengamos hijos. Obviamente se incrementan cuando se es padre de familia, pero Dios lo bendice con el trabajo. Mientras uno se esfuerce por el empleo que Dios le dio. Dios me ha bendecido muchísimo. A mi hija, gracias a él, no le falta su comida en su mesa y las cosas que ella necesita. Me siento bendecida por ese punto.
¿Disfruta ser madre?
Yo sí. Soy de esas mujeres que se les infla el pecho cuando su hijo dijo su primera palabra, caminó su primera vez, cuando comió por primera vez. Antes era muy obsesiva con el tema de las fotografías porque no quería dejar pasar ningún detalle de mi hija. Tomaba como 50 mil fotografías de mi hija y cambiaba de “memorias” en aquel tiempo. Uno cuando se vuelve mamá lo emocionan cosas que quizás en algún momento las dejé por desapercibidas o no las percibió en algún momento. Ahora esos son detalles muy importantes y especiales que se guardan como recuerdos para toda la vida.
¿Su infancia cómo fue?
En mi caso mi familia es unida. Nos apoyamos y nos queremos entre todos. En mi casa teníamos lo que necesitábamos. Mi papá es un luchador y trabajador que se iba temprano de la casa y regresaba tarde para que a nosotros, que somos cuatro hermanos, no nos faltara nada. Quizás no nos llenaron de lujos pero no nos faltó nada. Yo toda la vida estaré agradecida con mi padre y mi madre que son el ejemplo para mí. Mi mamá siempre estuvo allí y apoyó a mi papá. Me siento afortunada de los padres que tengo y de la infancia que me pudieron dar.
¿Qué es su madre para usted?
Mi mamá es como mi amiga. Mi mamá es jovial y tiene mucho espíritu joven. Conmigo tenemos la confianza de contarnos todas las cosas, ver si nos pasó esto. Que una le pide consejos a la otra. Nos llevamos bien.
¿Con una palabra defínase como madre?
Amorosa. Todo mundo me dice que exagero con eso. Mi papá me dice que no sea tan consentidora porque eso puede acarrear más adelante problemas porque se puede hacer caprichosa, o se puede volver una niña muy consentida. Yo para todo estoy pendiente. Que si se cae, que si se golpea sufro más yo que ella. La cuestión es que ella se sienta amada. Yo quiero que mi hija sienta que su madre siempre estará allí y que la ama por sobre todas las cosas. Quizá por allí se me va un poquito la mano, pero creo que el amor no le ha hecho daño a nadie.
Para finalizar ¿qué desea usted para su hija en el futuro?
Quiero que sea una mujer de bien, que estudie, que salga adelante. Que cuando ella sea grande sepa que su mamá la ama mucho y que hizo todo lo que estuvo en sus manos y lo que no estuvo también para sacarla adelante.