«La noticia nos cayó como un balde de agua fría», son las palabras de Gillermo Bulnes, primero de Belkis Rosales, la mujer hondureña asesinada en EE.UU. a manos de su pareja.
«Jamás pensamos que ese hombre nos iba a arrebatar a mi prima. Cada año
venía o en temporada de fiesta, carnaval o Semana Santa», agregó el ciudadano originario de La Ceiba.
Al mismo tiempo, contó que en 2019, durante su última visita a Honduras, Belkis llevó consigo a su novio, pero éste no fue del agrado de su familia.
“Ella vino una vez con él para que conociera la familia y aquí se quedó en la casa. Cuando lo vi, tuve una mala corazonada. Se sentía la mala vibra. La familia le decía que ese hombre no era para ella», contó.
Kacey Wilson mató a la hondureña frente a su hijo de tres años, algo que solo «un monstruo» es capaz de hacer y por lo tanto «se merece cadena perpetua”, sostuvo Bulnes.
Guillermo dijo que “Belkis era bien bonita, bien alegre. Cuando venía a La Ceiba le gustaba ir a los salones de belleza. Salíamos a caminar con toda la familia”.
Por último, le hizo una petición al Gobierno, y es que les ayude a traer a Honduras los restos mortales de Belkis.
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El hecho
La policía de Sunrise, Fort Lauderdale, EEUU, logró anoche el arresto de Kacey, acusado de apuñalar a Belkis, quien era su pareja y madre de su hijo.
Informes de la Policía indican que tras cometer el crimen dentro del apartamento que ambos compartían, el hombre huyó del lugar, y tras varias horas de investigación dieron con su paradero.
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