TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La sala de lo penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ordenó repetir el juicio oral y público en el caso del incendio de la cárcel de Comayagua, luego de que el Ministerio Publico interpusiera un recurso de amparo.
Uno de los imputados es José Víctor Mejía, quien era encargado de las llaves de la cárcel. A él se le supone responsable del delito de homicidio culposo. El segundo es el exdirector del centro penal, Wilmer Obdulio López Irías, quien está acusado del mismo cargo, y además por el delito de violación de los deberes de los funcionarios.
Por este mismo delito se acusa a Santos Andrés López y Rito Yanes Licona, en perjuicio de las 360 personas que perdieron la vida durante el siniestro. También en perjuicio de la administración pública del Estado de Honduras. El primero se encontraba a cargo de seguridad y el segundo como comandante de guardia.
El expediente será emitido nuevamente al Tribunal de Sentencia de la ciudad de Comayagua para que conozcan el proceso. Así se determinará si estas cuatro personas son o no culpables de los delitos de los que se les acusa.
Acusados están libres
El 14 de marzo del año 2017, el Tribunal de Sentencia en Comayagua absolvió a los acusados de causar el incendio. Estas personas quedaron en libertad y desde ese entonces no se volvió a tocar el tema. Sin embargo, el pasado 14 de febrero se cumplieron 10 años desde que ocurrió el trágico incidente que cobró la vida de cientos de reos.
Lo que provocó que el ente acusador del Estado abriera una nueva línea de investigación y solicitara que se repita el juicio.
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Según el relato de algunos testigos, Mejía, el guarda llaves, se tardó en abrir las puertas mientras se expandía el fuego, lo que provocó que las llamas alcanzaran a los reos.
¿Cómo inició el incendio?
Según las autoridades de la Policía Nacional, el incendio lo originó una mano criminal, aunque nunca se conoció a ciencia cierta el responsable. Como dato preliminar se manejó que un menor de 13 años, identificado como «El Chelito», lo provocó.
Sin embargo, después de arduas investigaciones, se llegó a la conclusión de que el siniestro lo provocó una persona que escapó. Esa noche, mientras todos trataban de escapar de las llamas, cientos de reos se fugaron.
Hasta la fecha, familiares de los fallecidos piden justicia. A 10 años de la tragedia, el incendio que arrebató cientos de vidas sigue en el aire.
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