TEGUCIGALPA, HONDURAS. El mandatario Juan Orlando Hernández se presentó este miércoles en la Organización de Naciones Unidas (ONU) como representante de Honduras en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado y aseguró que las acusaciones que lo vinculan con el narcotráfico resultan de su compromiso para combatirlos.
El mandatario aprovechó su intervención para defenderse de las acusaciones de vínculos con el narcotráfico resultantes del juicio de su hermano, Juan Antonio «Tony» Hernández, en New York.
Según Hernández, los “criminales y asesinos confesos que han sido extraditados a Estados Unidos pretenden, en las cortes, usar la llave mágica con el fin de vengarse de las personas e instituciones que iniciamos esta lucha sin precedentes”.
Asimismo, reiteró que si se permite que esa situación continúe, Estados Unidos estará poniendo en peligro todo el sistema de cooperación en la región.
“Honduras es un país hostil para la corrupción, para el narcotráfico, para el crimen organizado y para el tráfico de personas”, agregó Hernández.
Pdte.@JuanOrlandoH "Estos criminales y asesinos confesos que han sido extraditados a #EEUU o que salieron huyendo de Honduras, pretenden en las cortes de EE.UU. usar una llave mágica con el fin de vengarse de las personas e instituciones que iniciamos esta lucha sin precedentes".
— Juan Orlando Volverá (@johvolvera) June 2, 2021
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Decisiones históricas
En su discurso, Juan Orlando Hernández dijo que sus acciones contra el narcotráfico han significado arriesgar su propia vida.
“Nuestro gobierno ha tomado decisiones que nadie quiso tomar antes. De por medio estaba arriesgar la vida, prueba de ello es que al menos se ha documentado la planificación de cuatro intentos de atentados en mi contra”, señaló Hernández.
De igual manera, cuestionó el hecho de que declaraciones de criminales confesos tuvieran peso ante el trabajo realizado por su gobierno contra el narcotráfico.
“Se ha tenido que luchar férreamente contra quienes querían mantener el estatus quo y que Honduras continuara siendo un paraíso para sus actos criminales”, acotó.
“Hace apenas 10 años, era impensable que los señalados de corrupción tocaran siquiera por un segundo un tribunal de justicia, no digamos una prisión. Al asumir la presidencia, fui claro al advertir que a los criminales se les acabó la fiesta y que íbamos a perseguir la corrupción”, concluyó.
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