SANTA BÁRBARA, HONDURAS. Margie Tamara Paz Grajera, Alejandro Miguel Andino Caballero y Fernando José Redondo Caballero, son tres hondureños originarios de Las Vegas, Santa Bárbara, que murieron en su travesía tratando de alcanzar el sueño americano.
A ellos los encontraron muertos al interior de un tráiler en San Antonio, Texas, junto a los cuerpos de más migrantes de México y Guatemala.
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Se supo que Margie y Alejandro tenían una relación sentimental desde hacia un tiempo atrás, y que Fernando era hermano de Alejandro.
Los tres decidieron salir del territorio nacional para buscar mejores oportunidades en el país norteamericano.
Esta noticia causó mucho impacto en cientos de personas que llegaron a conocer a los jóvenes. «Margie y Alejandro una pareja divina. El felices por siempre si existe. Fernando man que dolor», escribió un ciudadano a través de redes sociales.
«Vuelen lo más alto, Dios les reciba allá donde solo existe paz y amor, mientras aquí en la mortalidad, les extrañare y recordaré. Muy destrozado y me duelen mucho. Les querré siempre amigos queridos», comentó alguien más.
Se fueron por falta de oportunidades
La madre de Fernando y Alejandro Caballero, tuvo una entrevista en Hable como Habla (HCH), donde lamentó que uno de ellos estaba a punto de convertirse en profesional y mencionó que un factor que inspiró su viaje, es la falta de oportunidades laborales.
«Solo le faltaban seis clases a uno de mis hijos para ser licenciado en mercadotecnia. Aquí en Honduras nadie les quiso dar trabajo, siempre les decían que no tenían experiencia», declaró Karen Caballero.
Sobre su nuera, Margie Paz, reveló que ella era licenciada en Economía. De igual manera, la progenitora comentó que los jóvenes salieron el pasado 4 de junio de Honduras.
Por otro lado, la madre indicó que sus hijos «tenían sueños y aquí, no se iban a cumplir». Ella manifestó que es triste ver que muchachos preparados nunca tengan la oportunidad de sobresalir.
«Vimos una oportunidad para que ellos tuvieran una mejor calidad de vida. Toda la noche estuve hablando a hospitales y con diferentes cónsules para buscarlos«, relató Caballero.
También, una organización se ofreció para poder colaborar con la repatriación de los cuerpos y acelerar el proceso para que puedan ser trasladados a Las Vegas, Santa Barbara.
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