REDACCIÓN.- Un joven de apenas 19 años irrumpió en el Castillo de Windsor, en donde reside la Reina Isabel. De acuerdo con la información que manejan los policías británicos, la intención del joven era asesinarla.
El intruso llevaba una ballesta y logró escalar una pared con una escalera improvisada; sin embargo, no logró entrar a la propiedad gracias al rápido accionar del cuerpo de seguridad de la Reina.
Inmediatamente se alertó a las autoridades del país británico, quienes llegaron para arrestar al sujeto.
«El hombre fue detenido acusado de irrumpir en un área restringida en posesión de un arma ofensiva y permanece en custodia», dijo la superintendente de policía de la región de Thames Valley.
Asimismo, se confirmó que el detenido no consiguió acceder a ninguno de los edificios del complejo, que ocupa unas cinco hectáreas.
La policía dijo que el sospechoso, cuyo nombre no se ha dado a conocer, está en custodia bajo la Ley de Salud Mental y «bajo el cuidado de profesionales médicos».
Los miembros de la familia real se enteraron de lo ocurrido y según se informó, ordenaron duplicar la seguridad.
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Confesó en un video
El diario The Sun publicó imágenes de un vídeo supuestamente divulgado en la cuenta de Snapchat del sospechoso minutos antes de que se introdujera en el recinto.
En el video, se ve al individuo con una ballesta y vestido con un suéter negro con capucha. Detrás de una máscara blanca se le oye pedir disculpas por asesinar a la reina.
«Siento lo que he hecho y lo que voy a hacer. Intentaré asesinar a la reina Isabel», manifestó el joven en su video.
Asimismo, dijo que el ataque sería para cobrar venganza por todos aquellos que han sido asesinados, humillados y discriminados por su raza.
El invasor envió su video de Snapchat a sus amigos y afirmó que tras ingresar al Castillo de Windsor para atacar a la Reina Isabel, «no esperaba salir vivo de ahí», aunque pedía que lo enviaran a los noticieros. No obstante, no confirmó la autenticidad de esa grabación, la policía londinense dijo que «los investigadores están evaluando el contenido de un video».
Los intentos de entrar en Windsor o en el Palacio de Buckingham, la residencia habitual de la Reina Isabel, situada en el corazón de Londres; no son inusuales.
El más espectacular ocurrió en 1982, cuando un hombre de 30 años, Michael Fagan, consiguió entrar en el dormitorio de la Reina Isabel mientras estaba en la cama.