MÉXICO. A 21 días de haber sido mutilada por el tren, una joven hondureña que permanecía internada en el Hospital de Coatzacoalcos perdió la vida en las últimas horas.
Según la información que circuló, el hecho pasó el 3 de mayo cuando la joven Erika Díaz, de 16 años de edad, intentaba subir al tren, con la esperanza de alcanzar el «sueño americano».
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Sin embargo, al momento que observó que se acercaban varios agentes de Migración, ella resbaló y fue «succionada» por uno de los rieles, lo que ocasionó que se lastimara la pierna derecha, el pie izquierdo y parte del abdomen.
Varios medios locales informaron que los paramédicos de la Cruz Roja le brindaron los primeros auxilios y la trasladaron al Hospital de Coatzacoalcos. Revelaron que, supuestamente, tras amputarle ambos pies, quedó internada por la gravedad de las lesiones.
Pese al esfuerzo del personal de salud, no lograron salvarle la vida. Fue ayer, lunes, que algunos compatriotas que radican en la ciudad dieron a conocer la noticia de su fallecimiento.
Repatriación del cuerpo
Extraoficialmente se conoció que el cuerpo fue entregado a la Fiscalía, a espera que el Departamento de Migración envíe el cadáver al lugar de donde era originaria la joven, es decir, Honduras.
Erika creció y residía en Laguna Grande, del departamento de Intibucá. Entregarán su cuerpo sin vida a su padre. don Filemón, para que pueda darle cristiana sepultura.
Son muchos los hondureños que en busca del «sueño americano» pierden la vida en el camino. Muchos se arriesgan ante la necesidad que tienen.
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