TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un visitador médico murió ayer, domingo, después de sufrir un ataque armado en un bar del barrio Bella Vista, zona central del territorio nacional.
Las autoridades de la Policía han identificado a la víctima como Norman Estrada, de 25 años de edad, a quien familiares movilizaron hasta un centro asistencial privado, pero los médicos se negaron a atenderlo.
En las redes social circula un vídeo que muestra los últimos minutos de vida del joven. Estrada yacía en el suelo, sobre un charco de sangre, pues no le permitieron entrar a las instalaciones del sanatorio.
A consecuencia de la falta de atención, él falleció poco después. Ese vídeo ha causado indignación entre los hondureños.
«Aquí estamos en MediCasa. Ustedes, como galenos, tienen el deber de salvar la vida de una persona, no importa si es un hospital privado. El muchacho aquí se está muriendo. Ya tenemos más de 15 minutos de espera y esa gente (los médicos) no atienden para nada. Nos cerraron las puertas», comentó un familiar de Estrada.
«Este es un hospital, por Dios. ¿Para qué put*** se gradúan? Aquí estamos. ¿Qué pasa?, ¿por qué no ayudan?, ¿por qué no abren aquí?», cuestionó.
Por otro lado, se observa a la pareja del joven, quien golpea la puerta del centro médico. «Amor», le dijo mientras lo veía. Luego procedió a gritar «¡Hey! ¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme!», rogando por atención médica.
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Atención, vídeo fuerte:
Consternación
Horas más tarde, los seres queridos de Estrada estaban velándolo en su vivienda. Al lugar llegaron periodistas y hablaron con su pareja.
«En el momento que yo llegué, él estaba agonizando en el suelo. Yo les dije 0ábranme las puertas’ y nadie me abría. Tuve que tumbar la puerta, solo así me dijeron ‘por qué había hecho eso’. Lo único que les contesté fue que necesitaba ayuda para él. Lo único que hicieron fue meterlo en una camilla, pero lo volvieron a sacar», narró entre lágrimas.
«Ellos no dieron ninguna explicación. Lo único que dijeron fue ‘consíganse una ambulancia y llévenselo’. Él seguía con vida, él se tocaba la cabeza, pudieron atenderlo y no lo hicieron», añadió.
Además de eso, la mujer dijo que minutos antes de que ocurriera el crimen, Estrada le comentó que iba a salir a comprar y se tardaría unos minutos. «Estaba con dos amigos, recibí la llamada del dueño del lugar y cuando llegué él estaba tirado fuera del hospital».
Por último, la pareja comentó que Estrada era padre de tres niños menores de edad.
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