El 8 de diciembre se conmemorará el 40 aniversario de la muerte del músico John Lennon, uno de los mayores artistas de la música en el siglo XX; él dejó un extenso legado que hasta el sol de hoy, sigue presente.
Pese a la prometedora carrera que tenía Lennon por delante, un joven a sus 25 años, con una serie de problemas psicológicos acabarían con los anhelos del cantante.
Fue una fatídica noche de un lunes 8 de diciembre de 1980. Su asesino, de nombre Mark David Chapman, cometería un crimen que por décadas ha sido estudiado y donde se han creado múltiples hipótesis.
La trágica noche
El macabro suceso ocurrió en el Edificio Dakota ubicado en el número 1 de la calle 72, lugar donde vivían Lennon y Yoko Ono. En ese sitio, se reunían sus miles de fanáticos para saludarlo y expresarles muestras de cariño al cantante.
Pero, el 6 de diciembre se sumó a la fanaticada un joven nacido en Texas e hijo de un sargento de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos; era un un chico que arrastraba un historial de sufrir bullying, baja autoestima, una adicción a las drogas y varios intentos fallidos de suicidio.
Eso sí, aparentemente era un fiel seguidor de la música de los The Beatles, y más de Lennon. Chapman se hospedaría en el Hotel Sheraton la noche previa al asesinato, a aplanear su crimen.
Luego de cometer el delito, cuando la Policía entro en su habitación para buscar evidencias, encontraron el libro ‘El guardián entre el centeno’, de J.D. Salinger.
Primeras horas
Eran aproximadamente las 4 de la tarde, del 8 de diciembre, John y Yoko salían del edificio Dakota para dirigirse a los estudios Record Plant.
Pero afuera del edificio, Lennon se detuvo a firmarle un disco, ‘Double Fantasy’, a un fan. Sí, se trataba del mismísimo Chapman. El cantante no se imaginaba que horas después, ese seguidor le quitaría la vida.
Una vez en el estudio, Lennon trabajó durante seis horas y posteriormente se fue a su casa. Alrededor de las 22.50 horas, la limusina de Lennon se detuvo frente al Dakota y, el músico bajo del coche.
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El asesinato
Cuando iba caminando rumbo al hotel, de las sombras apareció Mark David Chapman; este le disparó cuatro veces en su espalda y en una ocasión en su hombro izquierdo.
John luchando por su vida, corrió y llegó al vestíbulo del edificio antes de caer al piso, las personas ahí no podían creer lo que sus ojos miraban. Él moriría nada más unos minutos después.
Según el certificado de defunción, su muerte fue por «heridas múltiples que le ocasionaron una hemorragia externa e interna, y entro en shock».
El homicida
Chapman, en ningún momento intentó huir; permaneció tranquilo frente al edificio, sacó un libro y comenzó a leer, como si estuviera esperando a la Policía.
Poco después, Chapman se comparó con el protagonista de «El guardián entre el centeno» y en su declaración dijo: «Estoy seguro de que la mayor parte de mí es Holden Caufield, el resto de mí debe ser el diablo», fueron las tétricas palabras del joven.
Según Chapman, el asesinato fue precisamente una consecuencia de haber leído, «El guardián entre el centeno».
Cadena perpetua
En agosto de 1981, Mark Chapman recibió una condena de cadena perpetua por su crimen y hasta la fecha, todavía permanece en el Correccional Attica, en Nueva York, en Estados Unidos.
Desde entonces, sus abogados han presentado once solicitudes pidiendo una libertad condicional, pero que en reiteradas ocasiones ha sido rechazadas.
Las autoridades afirman que Mark Chapman es un peligro para las personas y debe permanecer encerrado hasta el fin de sus días.
Aunque su muerte conmocionó al mundo entero, cada año, sus fans rinden homenaje a John Lennon, asegurando que él siempre vivirá en el corazón de quienes escuchan sus canciones.
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