Honduras, uno de los países más devastados por el paso del huracán Iota, que tuvo como epicentro del caos a El Valle de Sula, con miles de familias a la intemperie, daños inimaginables, escenas desgarradoras que quitan el sueño a niños y adultos.
El martes 10 de noviembre empezó a sonar el nombre «Iota», se indicó que el fenómeno meteorológico tendría la misma trayectoria que la depresión tropical Eta. En ese momento, era una onda tropical que se ubicaba al Este en el mar Caribe.
Horas más tarde, la onda se convirtió en la depresión tropical 31 y el Comité Permanente de Contingencias (COPECO) estimó que para el fin de semana empezaría a afectar a Honduras como un huracán.
En ese sentido, Iota ya era una amenaza inminente para el país, por lo que el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER) determinó ratificar la ALERTA ROJA a nivel nacional y se le hizo un llamado a la población a realizar evacuaciones voluntarias.
Lea también: Otra crecida del río Chamelecón inunda nuevamente el centro de La Lima
Alarmas activadas en Honduras
Para ese momento, los hondureños estaban inmersos en la angustia, llenos de temor y a la espera de cómo Iota afectaría, pues los pronósticos no eran favorables y los expertos avizoraban un panorama desgarrador por la velocidad histórica con la que se acercaba.
A consecuencia de ello, el fenómeno que llamaron «apocalíptico» afectaría en gran manera a Gracias a Dios. Y en efecto, las bandas del huracán Iota, dejaron innumerables pérdidas en el departamento.
Residentes de las zonas afectadas en los municipios de Ramón Villeda Morales, Wampusirpe y Brus Laguna, pidieron apoyo a las autoridades para hacer frente a las necesidades de los damnificados por Eta, así como el rescate de personas que no fueron evacuadas a tiempo producto de la falta de combustible.
Las lluvias persistieron en el país y las inundaciones, derrumbes y deslizamientos, eran inminentes; el gobierno decretó la evacuación obligatoria para diez departamentos, suspensión de clases, cancelación de vuelos y labores para personal en zonas de riesgo.
¿Cómo inició a afectar Iota?
Iota se degradó a tormenta tropical el martes 17 e ingresó a Honduras después de azotar con fuertes lluvias a Nicaragua. Según informe de COPECO, habría llegado por la zona sur de El Paraíso y pasó a 55 kilómetros de Tegucigalpa.
La fuerza del huracán causó lluvias en todo el territorio hondureño, en algunas regiones más intensas, como en el oriente, norte y occidente del país.
La primera víctima de Iota, habría sido una niña de 10 años en el sector de Brus Laguna, departamento de Gracias a Dios, luego de que le cayó el muro de su vivienda.
Asimismo, se reportan hasta el momento, más de 15 muertes a causa del fenómeno, que provocó devastación de caminos y carreteras en el país. Por lo que, las autoridades determinaron el cierre de varios tramos a nivel nacional, ya que la vulnerabilidad se ha manifestado en la estructura vial.
Iota abandonó Honduras el 18 de noviembre, su paso como tormenta tropical habría sido por poco tiempo, sin embargo, a casi una semana de haber salido del territorio nacional, las lluvias persisten.
Las secuelas siguen causando daños
Por las incesantes lluvias, el nivel de los ríos ha aumentado y las inundaciones se siguen haciendo notar. El Valle de Sula ha experimentado cuatro inundaciones en menos de un mes. Primero, la depresión tropical Eta, posteriormente Iota y, hoy, las secuelas de ambos fenómenos hacen que los pobladores vuelvan a evacuar sus residencias.
Honduras quedó devastada tras el azote del terrible huracán Iota, que arrasó con la infraestructura de diversas zonas y arrebató la vida de varias personas. Sin embargo, hoy, lo que más aqueja, es el hecho que miles de hondureños no tienen un techo, alimentos, ni un «norte» de qué va pasar tras haber perdido todo.
Nota para nuestros lectores:
Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace:https://bit.ly/tiempodigitalhn
