TEGUCIGALPA, HONDURAS. En juicio oral y público que se desarrolla en la Sala I del Tribunal de Sentencia con Jurisdicción Nacional por el asesinato de la ambientalista Berta Isabel Cáceres Flores, continuó el contrainterrogatorio de la defensa de Roberto David Castillo Mejía a la perito del Ministerio Público, Brenda Barahona, después que presentó la pericia de vinculación telefónica.
Uno de los cuestionamientos de la defensa al dictamen de Barahona es por qué no le parecieron sospechosos los números telefónicos 8929-5274 y el 9526-4387. Estos números, el 2 y 3 de marzo de 2016, antes y después de la muerte, se comunican con los autores materiales ya condenados por el crimen.
Ellos son Elvin Heriberto Rápalo Orellana, con el número de teléfono 8740-6538, y Edilson Atilio Duarte Meza, con número 8803-3076. El total de llamadas son 39 y 36 mensajes de texto entre entrantes y salientes.
Horas antes y después
La defensa insistió en por qué no consideró investigar esos números telefónicos que insistentemente se comunicaban con dos personas ya condenadas por el asesinato.
La perito Barahona respondió diciendo que las comunicaciones que “no estaban en el rango de la línea de tiempo en que ocurrieron los hechos”. Las llamadas empezaron a las 6:00 a.m. del 02 de marzo y hasta las 10:00 p.m. del 03 de marzo de 2016.
Hubo un momento en que la presidenta del Tribunal consultó qué tomaba en cuenta ella para definir si un número era sospechoso o no. Barahona contestó: “Rango, hora, movimiento y esos números no están en la línea de tiempo en que ocurrió el asesinato”.
Cuando se le pidió que verificara en los vaciados telefónicos dijo que no los tenía. Al interrogarla sobre la vinculación telefónica entre Duarte Meza y Rápalo Orellana antes del 02 de marzo de 2016 indicó que “no existe, no hay comunicación”.
Al ser consultada sobre con quién más se comunicaron cuando ya iban de regreso el 03 de marzo de 2016, contesto: “Ya van de partida, considero yo pueden llamar a cualquier persona”. Ante eso la defensa repreguntó si ella lo investigó esas llamadas e insistió en que «no tenía los vaciados telefónicos».
La abogada Ritza Antúnez, de la defensa, persistió: “¿No le parecen sospechosas esas llamadas, pero si considera sospechosa una sola llamada que Sergio Ramón Rodríguez Orellana le hizo a David Castillo Mejía el 03 de marzo a las 6:00 a.m?”. Barahona inmediatamente respondió que “Sergio sí estaba en la línea de investigación”.
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Presunto encuentro
En una de sus conclusiones en el dictamen de vinculación telefónica que presentó al Tribunal, Barahona asegura que Douglas Bustillo y David Castillo Mejía desde noviembre del 2015 se reunieron para planificar el asesinato de Cáceres Flores.
Por ello la defensa le consultó qué elementos de su pericia le indican sobre esas reuniones, “de dónde saca eso”. Ella se limitó a decir que “es la conclusión de toda la evidencia recabada. Se encuentra suficiente evidencia”: no especificó en qué parte del expediente hay los argumentos que le permiten tal afirmación.
Determinó que ambos se citaron en un restaurante ubicado en la zona de Los Próceres,
pero agregó que “no puedo decir si se reunieron, pero ambos están en Francisco Morazán”. Según los datos de la perito la reunión se realizaría el 22 de noviembre.
La defensa le pidió que estableciera en qué zonas de Francisco Morazán estaba Castillo Mejía. La perito lo ubicó después de las once de la mañana en el Distrito Central, a la 1:00 de la tarde a inmediaciones del Aeropuerto Toncontín, luego en La Venta, cerca del municipio de Talanga, Francisco Morazán, a las 2:00 p.m.
En cuanto al 23 de noviembre, haciendo referencia a Castillo Mejía, señala que “ninguna antena lo ubica”. El 21 de ese mismo mes está por la zona de Las Minitas en el Distrito Central y se detecta una llamada entrante de un directivo de DESA que dura 60 segundos.
En este período, Barahona localiza a Douglas Bustillo en Francisco Morazán en los sectores Los Alpes y la colonia Centroamérica Oeste. La defensa le preguntó si hay algún mensaje concreto sobre la planificación del asesinato, a lo que respondió: “No hay mensaje concreto de esa planificación”.
¿Concordancia?
Barahona en su pericia asegura que entre el 21 y 24 de febrero Bustillo se traslada a Intibucá con el propósito de darle seguimiento a la víctima. También asegura que ahí tomó fotografías en el pueblo y frente a su casa.
Sin embargo, al solicitarle la abogada defensora que mire en el dictamen dónde sitúan las antenas el teléfono de Douglas dice que el 21 de febrero está en Intibucá y en Comayagua, mientras que del 22 al 24 de febrero se ubica en Francisco Morazán.
A su vez, asegura que mientras estuvo en Intibucá el 21 de febrero, Bustillo hizo dos llamadas a Castillo, una a las 2:00 p.m. que duró cuatro segundos y a las 3:00 p.m. que duró 38 segundos.
De acuerdo con la defensa, en esas fechas Castillo estaba fuera del país. Sus llamadas, según el mismo peritaje, eran redireccionadas a su oficina en Tegucigalpa.