HONDURAS. Un joven de apenas 21 años de edad perdió la vida luego de intentar evitar una pelea en Juticalpa, Olancho.
De acuerdo con la información preliminar, el fallecido intentó evitar un pleito entre dos hombres que discutían. En su afán de separar a los sujetos, él recibió varios disparos en su cuerpo.
Los pobladores de la zona lo trasladaron de emergencia al Hospital San Francisco para salvarle la vida. Sin embargo, minutos más tarde, los médicos confirmaron su deceso.
El fallecido fue identificado como Eler Daniel Martínez Reyes. Su cuerpo se llevó hasta la morgue del Ministerio Público (MP) de Tegucigalpa, en donde sus familiares lo reclamaron en horas de la madrugada.
Fuerza espiritual
El padre de Eler Martínez es un pastor evangélico, quien asegura que su enorme fuerza espiritual le ha permitido mantener la calma para realizar los trámites.
Por su parte, otro amigo de la familia, también pastor evangélico, explicó «cómo actúa el poder de Dios en tiempo de angustia».
«Dios le da la fortaleza a uno. La verdad que, cuando uno tiene esa ayuda de Dios, es una bendición, porque yo veo a su padre muy fortalecido«, expuso el cristiano.
Asimismo, dijo que él vio crecer al joven fallecido y que nunca había tenido ninguna clase de problemas.
Entre tanto, los restos mortales fueron trasladados hasta su lugar de origen en donde se le dará sepultura.
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Ola de violencia en Olancho
En las últimas semanas, el departamento de Olancho se ha visto envuelto en un «manto de sangre» por la cantidad de crímenes registrados.
En lo que va del mes de noviembre ya se han registrado más de 15 muertos y ninguno de los crímenes está resuelto. Los responsables siguen libres e impunes.
Y además, la semana anterior aumentó la incidencia de crímenes, pues se contabilizó alrededor de siete muertes en solo seis días.
De acuerdo con los datos del Observatorio de Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV- UNAH), Olancho figura dentro de los departamento con más alto índice de violencia en el país.
Junto a este, se encuentran Francisco Morazán, Cortés, Atlántida, Comayagua, Santa Barbar y Colón, considerados los lugares más violentos de Honduras.
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