CORTÉS, HONDURAS. Nada más un 20 % de toda la población ha vuelto a sus casas luego del paso de las tormentas tropicales Eta e Iota, pues a pesar de que las labores de limpieza están prácticamente terminadas, la colonia Céleo Gonzáles, de San Pedro Sula, continúa siendo inhabitable.
Resulta que ‘la Céleo’, como popularmente se le conoce, fue uno de los tanto sitios arrasados por las inundaciones. Ningún domicilio se salvó de ser alcanzado por el agua, provocando una pérdida total en la colonia.
Los huracanes llegaron en noviembre de 2020, sin embargo, pasaron Navidad y el Año Nuevo y las personas continuaban limpiando sus hogares, a la fecha, todavía hay quienes lo siguen haciendo, pero, por otro lado, los residentes que ya culminaron dichas tareas, se quejan de no poder volver debido al colapso del sistema de alcantarillado y la falta de agua potable.
Sistema de alcantarillado
TIEMPO Digital se contactó con Juan Miguel, secretario del patronato de la Céleo Gonzáles y también de la Junta de Agua, quien reveló detalles acerca del tema, y además, hizo una solicitud de las autoridades de los gobiernos central y local.
«Las tuberías del alcantarillado de saturaron de lodo. Ya pedimos ayuda al gobierno y a la municipalidad. No nos habían escuchado hasta ayer. Cualquiera de los dos que nos dé resultados será bien recibido«, dijo él mediante llamada telefónica.
Debido a que el sistema de drenaje está colapsado, las pocos residentes que han regresado a sus casas no pueden hacer descargas en sus inodoros, pues el «agua no se va», y a veces «hasta se regresa», provocando tremenda insalubridad en la colonia.
Las aguas negras se están rebalsando e inundan las calles principales y pasajes. Algunos vecinos han decidido bañarse en sus patios, para así no evacuar más líquido a través de las tuberías.
«Hay que dragar el quinel, donde desembocan las aguas, y limpiar los drenajes, pero se ocupa maquinaria especial que nosotros no tenemos. Prácticamente sólo nos falta eso, porque el aseo de la colonia ya está en un 90 %», comentó Juan Miguel. «Por las cloacas salen las aguas negras… una insalubridad tremenda, y por eso la gente no viene aún», agregó.
Agua potable
Otra problemática que enfrentas los residentes de la colonia Céleo Gonzáles es que sólo uno de los dos pozos de agua que tienen está funcionando, y apenas a un 10 % de operación, de modo que sufren constante racionamientos: seis horas cada día.
«Tenemos dos pozos, pero uno colapsó y el otro está a un 10 por ciento, entonces, tratamos de conseguir ayuda para hacer uno nuevo, que ronda un costo de 800 mil lempiras. La comunidad ya aportó 300 mil, pero nos falta apoyo para conseguir los demás fondos», manifestó el líder comunal.
Desde la óptica de una residente
Asimismo, TIEMPO Digital conversó con Lily Flores, una residente que volvió a su hogar a inicios del mes de diciembre y ha vivido en carne propia cuán difícil ha sido el «nuevo comienzo» post Eta e Iota.
Si bien es cierto que la situación luego de las inundaciones es caótica, Flores confesó que la problemática no es nueva, pues desde 1998, cuando azotó el huracán Mitch, en la colonia ocurrían problemas de alcantarillado ocasionalmente.
«No es algo nuevo, aunque sí es verdad que ahorita está peor, porque los tubos se llenaron de lodo cuando la colonia se inundó. Nos toca ser creativos y buscar formas de cómo no echar tanta agua a las tuberías, como lavar platos en los patios o que la lavadora bote agua no en el drenaje, sino en la tierra», comentó.
«Cuando el Mitch, las tuberías quedaron soterradas, y desde entonces cuesta que las aguas negras circulen, pero ahora es peor. Durante 22 años nadie pudo resolver ese problema», aseveró.
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