TEGUCIGALPA, HONDURAS. El diplomático venezolano Marcos Tulio Porras Toledo, agredido por el comunicador César Silva, presentó formal denuncia por agresión ante el Juzgado Penal del Distrito Central.
El incidente ha generado diversos comentarios, unos apoyando a Silva, mientras otros le dan la razón a Porras Toledo.
El venezolano es un representante en Honduras del presidente interino de aquel país suramericano, Juan Guaidó.
Lo sucedió tuvo lugar el pasado lunes en el aeropuerto internacional Toncontín, luego de que Silva intentara entrevistar al diplomático.
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La citación
El juzgado de Paz Penal del Distrito Central, envió ayer una citación formal al comunicador César Silva, en donde se le solicita su presencia en el citado lugar el próximo lunes 11 de marzo.
Lo anterior, obedeciendo a una denuncia interpuesta por Marcos Tulio Porras Toledo, quien asegura haber sido objeto de agresión por parte de Silva, según indica la misma.
En ese sentido, el comunicador deberá comparecer ante el Juzgado para manifestar si acepta o no los hechos que se le imputan. Según el escrito, el hondureño deberá presentarse en el Juzgado de Paz Penal ubicado en el barrio La Granja a las 8:00 am del lunes 1 de marzo de 2019.
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La denuncia
El representante de Venezuela en Honduras, Marcos Tulio Toledo, interpuso formal denuncia el pasado lunes 25 de febrero del año en curso en los juzgados capitalinos.
En ella, relató lo sucedido y dejó de manifiesto que César Silva lo agredió en el rostro, mientras este le hacía unas preguntas, a las cuales él no respondía.
Denuncia íntegra:
«Resulta que el día lunes 25-02-19, aproximadamente a eso de las siete y treinta minutos de la mañana en la colonia 15 de septiembre, específicamente en el aeropuerto Toncontín; resulta que yo estaba rindiendo una declaración de prensa, cuando el señor Cesar Omar Silva se me acercó solicitando que le contestara una pregunta, profiriéndome lo siguiente:
Tú crees que tienes la verdad, vete a tu país, luego me dio un puñetazo en la mejía derecha, no me causó lesión. Le dije que no estaba bien que me había golpeado, me dijo que me podía hasta verguear, que debía responder las preguntas a un periodista; yo permanecí callado mientras su camarógrafo grababa todo el incidente. Al final le pregunté su nombre y él me lo dio, debido a eso presentó la denuncia».
