Publicado por Miriam Posada en La Jornada/El mayor problema para reducir la brecha digital en América Latina es el bajo poder adquisitivo de los ciudadanos y el alto costo de los dispositivos y servicios, señaló el Centro de Estudios Económicos de América Latina, al sugerir que los gobierno reduzcan los impuestos a esos productos y servicios, que representan entre el 12 y 32 por ciento del gasto de los hogares que los necesitan.
El organismo señaló que si los gobiernos de la región buscan promover el uso de la banda ancha móvil y el acceso a las tecnologías de la información, deben reducir la tasa impositiva, y otorgar subsidios para su adquisición, pero dirigidos de forma concreta a la población de bajos recursos.
Asimismo propuso que los operadores presenten ofertas flexibles y dispositivos de bajo costo.
En la propuesta de Iniciativas para cerrar la brecha digital en América Latina, elaborada por Raúl Katz señaló que en los tres primeros deciles de la base poblacional, el mayor problema para acceder a servicios de telecomunicaciones como banda ancha móvil, dispositivos y demás tecnologías de la información, el precio de esos servicios y productos, y lo que su adquisición significa para el ingreso mensual de las familias.
“El problema de asequibilidad en la base de la pirámide se trata fundamentalmente de un problema relacionado con la distribución de ingresos en América Latina. Si bien los precios de acceso han bajado, de lo que se trata para resolver la barrera económica es crear un modelo que garantice el acceso a los sectores sociales vulnerables, al mismo tiempo que asegure la sostenibilidad de inversión en infraestructura”.
Detalló que la sostenibilidad se puede asegurar “en la medida de que los bajos ingresos por abonado sean apoyados por medidas de política pública o nuevas iniciativas del sector privado”.
Destacó que el sector público podría contribuir a reducir la brecha digital si accediera a reducir las cargas tributarias en la adquisición de equipos, dispositivos, terminales y al costo del servicio; además de dar subsidios a la compra de tecnologías de la información, pero dirigidos especialmente a la población de menos ingresos.
Mientras que el sector privado podría introducir ofertas de banda ancha móvil “variadas, escalables y flexibles”; vender dispositivos y terminales más económicas, “adaptadas a la capacidad adquisitiva de la base de la pirámide, además de desarrollar ofertas comerciales flexibles”.
Detalló que para las familias de menos ingresos comprar un celular, computadora o tableta, y contratar un servicio de banda ancha móvil representa entre el 12 y 32 por ciento de su ingreso mensual; pero si se redujeran los impuestos a los servicios de telecomunicaciones ese gasto se reduciría entre el 10 y 30 por ciento del ingreso.
Si a esa medida se aplicara un subsidio dirigido, el gasto se reduciría al 9 por ciento del ingreso mensual en el caso de para quienes hoy es de 12; y bajaría a 26 por ciento para las familias que hoy dedican el 32 por ciento de sus percepciones. “Esto representa un avance considerable en la dirección de la universalización de la banda ancha”, pero el trabajo debe ser de gobierno y operadores.