Tegucigalpa, Honduras.- La Navidad se caracteriza por ser una época para compartir, demostrar amor y profesar la reconciliación por la conmemoración del nacimiento de Jesucristo, y por ello se comparten detalles, se disfrutan deliciosos platillos y se llevan a cabo otras actividades.
Sin embargo, no todos tienen la oportunidad de celebrar la Navidad por todo lo alto o compartir un plato de comida; de hecho; muchos ni siquiera tienen un abrigo con el que cubrirse del frío.
Esta es la realidad que viven muchos capitalinos. Por ello un grupo de buenos samaritanos, aglutinados en el movimiento «Iglesia en las Calles» del ministerio evangélico «Manantial de Vida», se preparan para repartir esperanza y sonrisas en esta Navidad.
El movimiento «Iglesia en las Calles» surgió precisamente durante la temporada navideña del 2014. Con el paso de los años ha ido ayudando a cientos de hondureños e incluso extranjeros, para así poder demostrar cuál es verdadero amor de Dios.
El joven Kenneth Rovelo, líder del movimiento, contó a DIARIO TIEMPO lo que tienen preparado para esta Navidad, pues pretenden llevar amor a las zonas más conflictivas y olvidadas de la capital.
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Abrigos, comida y sonrisas para los más desposeídos
Durante al menos cuatro meses, Iglesia en las Calles ha puesto a disposición su templo ubicado en la colonia Villa Nueva, para que sirva de albergue a cientos de migrantes que día a día pasan por Honduras en busca del «sueño americano».
«Al ver la afluencia de tantas personas en las calles, en los semáforos, en las calles se ve que hay muchos migrantes de todas las nacionalidades pidiendo dinero. Fue una noche en septiembre, cuando estaba lloviendo, que vimos mucha gente durmiendo en la calle bajo la lluvia, sin tener un lugar donde descansar y tuvimos que abrir las puertas de nuestra iglesia«, relató Rovelo.
De septiembre a la fecha, el albergue ha atendido con medicinas, alimentos, psicología y la palabra de Dios a unos 4 mil migrantes de distintas nacionalidades.
Proyecto para la Navidad 2022
En cuanto a esta Navidad, Kenneth mencionó que están listos y más que agradecidos por llevar una sonrisa, un plato de comida y juguetes a los niños y familias que viven en las colonias más olvidadas y conflictivas de la capital.
A este proyecto, también se pueden sumar todos aquellos hondureños que quieran hacer una actividad distinta en Navidad. Esto a través del voluntariado, la donación de abrigos, provisiones, comida y juguetes, para así alegrarle el día a alguien más.
«Muy contentos estamos de lo que vamos a hacer este 23 y 24 de diciembre en diferentes puntos de la ciudad, en lugares donde hay bastante necesidad. Ya estamos envolviendo los regalos, de 500 a 600 juguetes para niños que andan en las calles, en los semáforos, en el crematorio», señaló Rovelo.
Esta actividad se llevará a cabo precisamente en varios barrios y colonias de Tegucigalpa que permanecen bajo estado de excepción. Sin embargo, no será un obstáculo para llevar alegría a sus habitantes.
«Con todo el equipo de Iglesia en las Calles vamos a hacer una actividad muy bonita, donde vamos a entregar juguetes y vamos a dar cenas para familias completas; un aproximado de 300 cenas las que vamos a estar dando en diferentes lugares de la capital», señaló.
Y son ellos mismos los que con amor y esmero preparan los alimentos para llevárselos a las personas que tienen destinadas. Empaquetan las raciones de comida y luego los llevan de hogar en hogar, para así darle un momento de felicidad a alguien que quizás no tenía una esperanza.
Los años pasan y el proyecto sigue en pie
«Desde hace 8 años empezamos con esto, repartiendo café y suéteres en el Hospital Escuela. Desde allí no nos hemos parado y por eso estamos bien entusiasmados por lo que vamos a hacer en esta Navidad, es bastante lo que nos vamos a mover y es como un aniversario para nosotros», detalló Kenneth Rovelo.
Rovelo mandó un claro mensaje a la población hondureña que se caracteriza por ser solidaria, para que en esta Navidad salga de casa y vaya a un lugar donde puede llevar alegría, aportando algo de comer, un pequeño presente, pero sobre todo la voluntad de hacer algo por el prójimo.
De la misma manera, instó a los jóvenes a que salgan y hagan el bien por los demás, ya que al final la satisfacción es enorme y ver la sonrisa de una persona, es el mejor premio y es allí donde se ve el amor y la misericordia de Dios.
«Lo que uno siembra lo cosecha, lo que se da se recibe. Si uno quiere recibir amor, tiene que dar amor, aunque no lo tengamos», opinó.
El dato: Los jóvenes de “Iglesia en Las Calles” iniciaron con su proyecto la Navidad del 2014, entregando suéteres y café afuera del Hospital Escuela (HE).
La frase: «Me ha marcado saber que este es el verdadero Jesús, el verdadero evangelio, la verdadera iglesia. Esto es verdaderamente amar a Dios»: Kenneth Rovelo.
