TEGUCIGALPA, HONDURAS. En el primer domingo de cuaresma, la Iglesia Católica dijo a sus feligreses que deben alejarse de las tentaciones y las pasiones.
En la homilía dominical, el párroco de la catedral metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, sacerdote Juan Carlos Martínez, se refirió a la tentación de querer ser como Dios. La arrogancia y la prepotencia que están presentes en esta cultura dominante.
Del mismo modo, huir del consumismo y la ambición del poder, porque si son presos de estas tentaciones se está arrodillado ante satanás. Por lo tanto, deben de alejarse de las tentaciones, así como lo hizo Jesús.
Martínez señaló que las tentaciones de Jesús son como toda tentación humana. Por ende, son una experiencia permanente del ser humano y las más comunes son las del poder, la codicia, el consumismo compulsivo y desaforado.
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Vencer la tentación
“Jesús experimentó, como nosotros, en su carne, la fuerza de la tentación. Sintió la duda, el miedo, la e, pero Jesús eligió el camino de la docilidad total al Padre”, expresó el sacerdote.
Por lo que los seres humanos experimentan en propia carne la tentación, las que vienen adentro de cada persona, pero también las que vienen de afuera de una sociedad seductora.
“Nos seducen las cosas, las personas, los ambientes, el prestigio, quién podrá liberarnos de tantas fragilidades y de tantas heridas”, manifestó Martínez.
En ese sentido, el párroco expresó que cada persona debe de preguntarse cuáles son sus tentaciones. Esto con el objetivo de saber qué los separa de lo esencial de la vida y para descubrir que nos separa de Dios.