TEGUCIGALPA, HONDURAS. Como Ángel Salvador Ortiz Almendárez, de 27 años de edad, fue identificado el hombre abatido a disparos ayer dentro de las oficinas de la Dirección Nacional de Viabilidad y Transporte (DNVT).
Según la ficha de identificación del Registro Nacional de las Personas (RNP), el hombre era originario de Francisco Morazán y residente en el Barrio El Bosque de Comayagüela.
Asimismo, su padre responde al nombre de Ángel Salvador Ortiz Cabrera y su madre es Ángela Josefa Almedárez.
José Alexander, hermano mayor de la víctima, dijo a través de medios locales, que su pariente tenía problemas de esquizofrenia.
Asimismo, indicó que ochos atrás había estado interno dos veces en el Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza.
“La familia estamos en shock y sorprendidos con lo que sucedió. Él tenía su propio negocio vendía donas y burritas. Él se desarrollaba como una persona normal. Era una persona tranquila y alegre y no sé qué le pasó realmente”, contó su familiar.
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Policías negociaron con el sujeto
Según el informe policial de los hechos, el incidente aconteció aproximadamente a las 8:20 de la mañana del martes.
El hombre, cuya identidad ya fue revelada, llegó a las oficinas administrativas para realizar un trámite personal. Sin embargo, el individuo, una vez en el interior del inmueble y aparentemente muy molesto, ingresó por la fuerza a la Oficina de Infracciones de la DNVT con un cuchillo en su mano.
Ya dentro, el ahora fallecido tomó como rehén a la agente Dazari Cálix, quien desarrollaba labores de atención al público en ese instante.
Ante la situación, la entidad policial dijo que activó los mecanismos de control y procedió a evacuar a los civiles del área. Lo anterior, para evitar una tragedia mayor.
Asimismo, el documento indicó que policías expertos en situaciones de amenazas iniciaron una negociación con el potencial criminal para que desistiera de la acción.
No obstante, tras un tiempo de negociaciones, el sujeto hirió con el cuchillo a la fémina. Le provocó lesiones en su pierna izquierda y su brazo derecho, por lo que tuvo que ser traslada a un centro asistencial de la zona.
Al ejecutar el hombre su acción, los agentes tomaron la medida de usar sus armas de reglamento. Se maneja que el desconocido sufrió siete impactos de bala.
Indagaciones preliminares de la Policía detallan que la agente afectada y el muerto no tenían ningún parentesco o relación de algún tipo.