El ictus es una lesión en el cerebro ocasionada por la interrupción de la irrigación sanguínea.
En cuestión de segundos, muchas células nerviosas del cerebro empiezan a resentirse por la falta de oxígeno y nutrientes. Y esto inicia un proceso de muerte neuronal en la región afectada. Recibir atención médica ante las primeras señales es fundamental.
El tratamiento temprano con medicamentos como el «tPA» (activador del plasminógeno) puede minimizar el daño en el cerebro. Otros tratamientos se dedican a limitar las complicaciones y evitar otros derrames cerebrales.
A continuación, 8 síntomas que te alertan de un ictus:
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Entumecimiento
El infarto cerebral afecta a las neuronas del cerebro y también, de forma indirecta, al modo en que se activan los músculos, ya que estos dependen de las órdenes mandadas por el sistema nervioso. Por eso es muy frecuente que el ictus haga aparecer una sensación repentina de debilidad y entumecimiento en grupos musculares amplios, como los de un brazo o una pierna.
2. Lo boca queda torcida
Esta es una de las consecuencias más visibles del síntoma anterior. Si la boca queda torcida, y aparecen problemas para hablar o sonreír, hay que buscar ayuda cuanto antes.
3. Problemas de lenguaje
Las alteraciones del lenguaje pueden aparecer tanto a la hora de expresarse como al intentar entender lo que dicen otros. Esto ocurre porque esta clase de procesos mentales utilizan zonas amplias de la corteza cerebral, y por eso son vulnerables a una gran cantidad de lesiones.
4. Pérdida de la visión
Los problemas súbitos de visión pueden afectar a uno o a los dos ojos. Si bien es un síntoma que da motivos para acudir cuanto antes a un hospital, hay que tener en cuenta que existen trastornos que, sin tener nada que ver con los ictus en sus causas, son capaces de producir este síntoma.
5. Alteración de los sentidos
Todos los sentidos dependen del funcionamiento del cerebro y los ictus pueden interferir en el rendimiento de cualquier área del encéfalo encargada de procesar la información auditiva, táctil, olfativa, etc.
6. Problemas de memoria
Nuestro cerebro está lleno de grupos de neuronas asociadas a todo tipo de recuerdos, así que cuando una zona de este órgano se ve dañada, se puede producir una reacción en cadena. Esto produce una sensación de confusión que llega de golpe y que suele venir acompañada de desorientación y de una repentina pérdida de memoria.
7. Pérdida de noción del tiempo
Los ictus pueden tener un impacto poderoso sobre tu nivel de consciencia, llevándote a sufrir una lipotimia.
La lipotimia es un tipo de síndrome en el que aparece la sensación de que se está al borde del desmayo, así como vértigo y cansancio, entre otros síntomas relacionados con la debilidad y la baja actividad nerviosa.
8. Dificultad para coordinar movimientos
Muchas de las acciones que realizamos cada día son llevadas a cabo de forma automática por estructuras del cerebro encargadas de conseguir que varios músculos coordinen su actividad. Sin embargo, con la aparición del infarto cerebral este equilibrio puede alterarse, lo cual produce problemas notables de coordinación.
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