TEGUCIGALPA,HONDURAS. El subdirector del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Francisco Escalante, pidió este lunes que se investigue la carretera que se construye cerca del Río Plátano, entre Wampusirpi y Krausirpi, en La Mosquitia y que nace desde Dulce Nombre de Culmí, en Olancho.
De acuerdo con el funcionario, en esa zona, «la ganadería extensiva en la región es una especie de cáncer que acaba y consume cada vez más las áreas protegidas.
«Abrir la carretera permite la entrada a una gran cantidad de personas extrañas a los pueblos originarios, compuestos por indígenas y garífunas. Se trata de actores que hacen una ganadería que no se sabe si genera o no ganancias», señaló el funcionario.
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Se daña a unos de los pulmones verdes de la humanidad
Asimismo, agregó que con ese tipo de modelos de desarrollo se daña agresivamente uno de los pulmones verdes de la humanidad, como lo es la Reserva del Río Plátano, declarada así por la UNESCO.
El subdirector de ICF dijo que su criterio obedece a una opinión técnica y a una alerta que debe llamar la atención del Ministerio Público, las Fuerzas Armadas y la Procuraduría General de la República. También se debe incluir instituciones que deben actuar con base a la ley.
Según Escalante, quien participó el foro Frente a Frente, desde 2015 a la fecha, los daños ambientales a la región de La Mosquita y en toda la reserva forestal han sido agudos pero en la actualidad se profundizaron aún más durante la pandemia. «En 2020 y lo que va de 2021 la gravedad es mayúscula», aseveró.
«Los Consejos Territoriales, de acuerdo con los reconocimientos del Estado, son los organismos de máxima autoridad en la zona, pero ellos deben actuar en defensa del bienestar de sus pueblos y de la defensa ambiental. No están fuera de cumplir la ley», reafirmó el subdirector de ICF.
Posiciones divididas
Los pueblos originarios mantienen una posición dividida entre los que se oponen a la carretera en defensa de la conservación de la zona y dirigentes que apoyan la obra.
En ese sentido, Mirna Wood Flores, vicepresidenta de la máxima Asociación Moskitia Asla Takanka (MASTA), dijo que el tema se ha polarizado de manera extrema con personas mal intencionadas que buscan dañar la imagen de esa carretera que el mismo pueblo financia.
«La carretera de Dulce Nombre de Culmí hasta el paralelo 85, que es la división del territorio de Gracias a Dios, se construyó hace 20 años por la gente de Olancho. Sin embargo, hace 4 años el territorio Tawahka comenzó a abrir la calle del paralelo 85 hasta Wampusirpi, son como 20 kilómetros, ¿Por qué? Porque Olancho está más cerca de ellos. Esa carretera es para poder salir a un hospital, abastecerse de alimentos, está más cerca Olancho que ir a Puerto Lempira, es casi imposible y carísimo. Hemos visto mujeres morir, la gente que enferma se ha muerto porque no logra llegar al hospital de Puerto Lempira porque es casi imposible», expresó Wood también en foro Frente a Frente.
Carretera traerá desarrollo a la Mosquitia
La dirigente aseguró que la carretera es el desarrollo de La Mosquitia porque nadie sabe el drama que vive el pueblo misquito cuando tienen enfermos o cuando no hay alimentos y combustible.
«Nadie sabe el drama que vivimos, por eso se conformó una comisión y venimos aquí a Tegucigalpa el 26 de enero, buscábamos el apoyo para ampliar los 20 kilómetros de Wampusirpi, fue rotundamente negado por las autoridades. Supuestamente hay 600 millones para infraestructura en la Mosquitia, pero cuando llegamos aquí nos dijeron que no. Estuvimos aguantando hambre, solicitamos apoyo para la comisión y se nos negó. La única persona que nos ayudó fue Mario Martínez, Ministro de ICF», expresó la entrevistada.
Para finalizar su intervención, Wood dijo que procederán contra aquellas personas que tildan de narcocarretera la obra que desarrollan en ese sector del país.
Gustavo Cárdenas: «Hemos sido botados por el gobierno»
Por su parte, Gustavo Cárdenas, Presidente de Bakinasta, expresó que el pueblo de Wampusirpi tiene muchas necesidades por lo que necesitan de esa carretera.
«Desde Eta e Iota hubo destrucciones ¿Qué pasa ahora? A nosotros se nos complica viajar. Un vuelo cuesta exagerado, son más de 10 mil lempiras. Aquí nadie está viendo el problema de los municipios. La situación que vivimos es complicada, hemos sido olvidados, botador por el Gobierno», lamentó.
Dentro de ese orden de ideas, Cárdenas aseveró que necesitan una carretera porque es la única vía que tienen para acceder a Olancho que es el departamento que más cerca les queda como comunidad.
«Si ahorita se va por Palestina es una semana para poder llevar un producto. Los negocios que hay, luchan, tienen que cargar unos 150 metros sus productos para poder pasar el río, es la misma situación con un enfermo, ¿Quién va aguantar una semana en el río? No se puede, nosotros estamos luchando para que se terminen los kilómetros que faltan, es la única conexión que podemos tener para poder venir hacia acá. Con carretera podemos movilizar más fácil un enfermo, una embarazada», acentuó.
Finalmente, el entrevistado dejó claro que ellos no son financiados por un narcotraficante como lo quieren hacer ver.
Exfiscal Mario Chinchilla: «El narcotráfico podría aprovechar la carretera»
De su lado, el exfiscal de Lucha Contra el Narcotráfico y también del Ambiente, Mario Chinchilla, quien también participó en el foro, dijo que el hecho de que la carretera tenga el fin de buscar beneficios comunales no significa que el narcotráfico, tan activo en esa región, no se vaya a aprovechar de la obra de infraestructura,.
Al mismo tiempo, Chinchilla remarcó el daño ambiental que la carrera genera en la reserva verde que se considera un pulmón de la humanidad.
En ese sentido, Chinchilla urgió la presencia del Estado con una fuerza de tarea conjunta para atajar la problemática.
De acuerdo con el exfiscal, en la zona de Olancho, la carretera pasa por territorios que se ligan a narcotraficantes conocidos que operan en la zona.
Sobre ello, especificó que, en la aldea El Carrizal que se ubica en esa región, es una muestra de las acciones del crimen organizado.
No se deben violentar las leyes nacionales, según exfiscal
Ante esa situación, volvió a preguntar ¿Quién diseñó la carretera?, ¿se construye bajo supervisión ambiental?
Igualmente, preguntó a los defensores de la construcción de la carretera: ¿Tienen los millones que se necesitan para construir la carretera los pueblos misquitos?, ¿tienen licencias ambientales?, ¿tienen los debidos permisos?
Wood Flores, lo rebatió y le dijo que los que hablan son funcionarios que desde sus cargos nunca hicieron nada por ayudar a la zona. Asimismo, reafirmó que se trata de fondos que salen del pueblo, aunque no presentó pruebas del origen de los fondos.
“Autodeterminación no significa violación de las leyes nacionales”, dijo entonces el exfiscal Mario Chinchilla.
Comunidades de la Mosquitia hondureña
Krausirpi es el centro del pueblo Thawaka que se ubica a la orilla del río Patuca, al poblado se llega vía marítima.
Mientras que, Wanpusirpi es un municipio de Gracias a Dios, donde se conjugan misquitos, pech, tawahkas y algunos ladinos que viven en caseríos y aldeas a la orilla del Patuca.
La Mosquitia hondureña, así como la zona de Patuca, Culmí y los territorios olanchanos aledaños, son parte del corredor más caliente del tráfico de drogas en Honduras.
En esa región se establecen desde hace décadas, poderos carteles de trasportistas, lavadores y una variedad de criminales de la cadena. Esos grupos generan profundos daños a una empobrecida y olvidada población autóctona y reserva forestal, arqueológica y antropológica en una de las áreas del mundo más significativas.
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