HONDURAS. Con una probabilidad casi indiscutible, el presidente Donald Trump dejará el cargo el 20 de enero, pero, podría ser demasiado tarde para el connacional Eleazar López Ayala.
En el peor de los casos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas deportará al padre de cuatro hijos de 43 años a su Honduras natal dentro de nueve días.
Detención
Ayala, quien llegó a EEUU. a la edad de 17 años, se convirtió en una causa célebre hace tres años cuando City Matters informó por primera vez sobre él. Él y un amigo estaban en una pausa para almorzar en un sitio de construcción cercano cuando una llanta de su automóvil se desinfló mientras conducían por Deerfield.
La Policía de Deerfield llamó a ICE y Ayala, que no se metió en problemas y trabajó duro durante años, se encontró en una celda de la cárcel de ICE en Massachusetts.
Su detención refutó la idea, popular en ese momento, de que ICE se estaba concentrando en criminales empedernidos y pandilleros. No, ICE venía para las personas que podrían estar trabajando en la ampliación de su casa o cuyos hijos asisten a la escuela junto con sus hijos.
La Policía de Deerfield adoptó rápidamente una política de ICE porque el arresto de Ayala equivalía a un perfil racial. Los habitantes de Deerfield recaudaron dinero para la familia de Ayala, al igual que un activista de Keene y feligreses de la iglesia de Ayala en Massachusetts, St. Anne-St, amiga de los inmigrantes, parroquia Augustin.
Después de nueve meses, ICE liberó a Ayala y eventualmente reanudó una vida estadounidense normal de proveedor, padre y feligrés.
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Auto-deportación
Pero el 9 de noviembre, ICE le dijo a Ayala que llegara al edificio federal en el centro de Manchester con sus maletas empacadas.
Durante tres años, sus abogados habían intentado convencer a un juez de que re-abriera su caso. Pero sus apelaciones se agotaron e ICE le dijo que tendría que auto-deportarse, lo que significa que tenía que pagar su propio boleto de avión. Llegó a las oficinas de ICE con su familia y una multitud de simpatizantes.
Afortunadamente para él, el huracán Eta había llegado días antes a Honduras, cerrando todos los aeropuertos internacionales y enterrando gran parte del país en inundaciones y lodo. Dos semanas después, el huracán Iota azotó Honduras. Sin embargo, tal como está ahora, Ayala debe partir el 9 de diciembre.
“Ahora comprendo el sufrimiento de otras familias”, dijo Ayala a través de un traductor el día antes del Día de Acción de Gracias. “Veo a otros contar historias en la televisión. Solo entiendes el significado de eso cuando tienes que vivirlo en la carne», agregó.
Falso discurso del ICE
En un comunicado de prensa anterior, ICE dijo que no exime a ningún extranjero removible de la aplicación. «ICE toma en cuenta muchos factores al atacar y arrestar a personas, incluyendo su historial criminal e inmigratorio», dice el comunicado.
Ayala es miembro del sindicato de carpinteros y gana alrededor de 27 dólares por hora trabajando con paneles de yeso y construcciones en Massachusetts. La familia no recibe asistencia social, vivienda o cupones de alimentos.
El hondureño es padre de tres menores de 12, 13 y seis años de edad. Además, está felizmente casado. Toda su vida está ahora en EE.UU. y no en Honduras, por tanto, «Quiero quedarme aquí, no quiero ir allí”, afirma.
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Hay una esperanza
Su abogado, Jeffrey Rubin de Boston, dijo que la elección de Joe Biden a la presidencia establece un tono que favorece a Ayala. El presidente electo demócrata ha dicho que restablecerá el programa DACA. Biden está considerando suspender las deportaciones por 100 días y es probable que reduzca las pautas para las operaciones de ICE.
«Cuanto más evidente sea la victoria de Biden, menor será el incentivo para que ICE juegue duro», agregó Rubin.
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