Redaccion. La dimensión de los incendios forestales en el oeste de Estados Unidos y Canadá es dantesca. Su extensión es la mayor registrada, y el humo generado cubre a gran parte de los países.
Hasta el 14 de julio de 2021, se contabilizaban 68 grandes incendios activos en 12 estados, y se han quemado más de 400.000 hectáreas de tierra en los Estados Unidos. Sumados los incendios ya contenidos, el total es abrumador: 34.000 incendios que consumieron más de 1 millón de hectáreas.
Estos valores indican que es el peor escenario desde 2011, y el dato alarmante es que julio es relativamente temprano para ver una actividad de incendios forestales de esta magnitud. Los satélites de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) están vigilando los incendios, su producción de humo y los efectos del humo en la calidad del aire.
México envió ayuda a Canadá
Los incendios están inyectando humo a más de 12.000 metros de altura en la atmósfera y comprometiendo la calidad del aire.
El incendio Bootleg, en el sur de Oregón, es actualmente el mayor incendio activo de EEUU. Este gran incendio de rápido crecimiento comenzó el 6 de julio y hasta el 14 de julio había quemado 86.000 hectáreas.
InciWeb, un sitio oficial que informa sobre el estado de incendios, advirtió que el fuego seguirá siendo extremadamente activo, alimentado por las condiciones de sequía extrema, la baja humedad y las altas temperaturas.
Por otro lado, México envió 101 bomberos para apoyar el combate contra el fuego en Canadá.
La información obtenida de los satelites
La capacidad de los satélites se utiliza para vigilar las columnas de humo en tiempo casi real es especialmente útil para dirigir los esfuerzos de lucha contra el fuego desde el aire. El despliegue de aviones y helicópteros para rociar retardante de incendios se ve a menudo obstaculizado por la mala visibilidad.
Los satélites ayudan a orientar las decisiones de despliegue de los vuelos al proporcionar información sobre la ubicación exacta y movimiento del humo del incendio. La información sobre la detección y el seguimiento del humo también permite mejorar las previsiones sobre la calidad del aire.
Problemas asociados a los incendios
Los satélites mostraron que el humo de los incendios de Estados Unidos y del este y centro de Canadá está degradando la calidad del aire. Las altas concentraciones de aerosoles, cuando se inhalan, pueden provocar enfermedades de las vías respiratorias superiores, incluido el asma.
Otro problema asociado a los incendios es que disminuyen la visibilidad y provocan condiciones inseguras para el transporte. Los satélites tienen la capacidad de medir la cantidad de luz que se pierde debido a la presencia de aerosoles en una trayectoria vertical a través de la atmósfera.
Los satélites proporcionan información cada cinco minutos. Estos datos ayudan a los meteorólogos y a otras personas a realizar previsiones críticas sobre la calidad del aire, la visibilidad y la aviación.
FUENTE: METEORED, CNN.
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