SAN PEDRO SULA.-La cripta de la Catedral de esta ciudad no solo guarda los restos de cuatro obispos sino también un pedazo de hueso del apóstol Pedro que fue enviado allá por el año 60 desde la Ciudad del Vaticano.
El hueso en polvo, enviado en una bolsita, fue depositado en un orificio cuya profundidad es menor a media pulgada. El hoyo, cuyo ancho es un poco más grande que una moneda de diez centavos, se encuentra en la parte superior de la losa de mármol donde los padres ofician las misas.
Según algunos documentos, los huesos de Pedro enviados a Honduras, fueron hallados tras las excavaciones que se hicieron bajo del Altar de la Confesión, ubicado dentro del Vaticano.
Pedro fue uno de los discípulos más destacados de Jesús. Su nombre nacimiento era Simón y era pescador de oficio en el mar de Galilea. Ahora con el fragmento del hueso que se halla en la Catedral, los feligreses católicos están más cerca del primer apóstol que Jesús reclutó para que lo acompañara a pregonar las buenas nuevas del evangelio.
Como ya se sabe los obispos que guardan cristiana sepultura en la cripta de la Catedral son: Juan Sastre y Riutort, que murió el 23 de marzo de 1949; Antonio Capdevilla Ferrando, muerto el 12 de agosto de1962; José García Villas, muerto el 9 de agosto de 1965 y Jaime Brufau Maciá, quien falleció el 17 de agosto de 1996.
APORTADORES
Entre las personalidades que aportaron dinero para que se construyera la iglesia se encuentran: el general Tiburcio Carías Andino, quien donó 10 mil lempiras; Juan Manuel Gálvez, 72 mil lempiras; Don Julio Lozano Díaz, 32,837 lempiras; la Junta Militar 22 mil lempiras; Ramón Villeda Morales, 10 mil lempiras y Ramón Ernesto Cruz, 10 mil lempiras. La Tela dio hierro y prestó maquinaria pesada para que la usaran en la construcción de la cripta.
Aparte de las tumbas que guardan los restos de los cuatro obispos, en el sitio también se encuentra el altar que se usó en la primera catedral de madera que estaba construida frente al parque. El mueble, que fue hecho de caoba y cedro, consta con una gaveta de tres pies de largo con un ancho de una pulgada y media, en ella se guardaban los objetos que se usaban en la misa. El altar tiene cuatro metros de longitud por un metro de ancho.
Asimismo, en ese lugar sagrado se encuentran las imágenes de los santos y el ataúd del Santo Entierro que son usados en las procesiones de la Semana Santa. En la pared del fondo, entrando al recinto se observan las placas de las tumbas de los cuatro obispos que han dirigido la diócesis, cuya construcción inicio en 1949.
Catedral y su construcción
Sobre la edificación del templo algunos apuntes establecen que para tal fin se utilizaron cinco millones de ladrillos y que los planos de la obra fueron elaborados por el arquitecto costarricense José Francisco Salazar. La obra en un principio la ejecutó el ingeniero hondureño Amílcar Gómez Rovelo. Posteriormente el señor Orlando Andino Velásquez, que aún está vivo concluyó la obra. La edificación, que aún le faltaban muchos detalles, fue entregada al obispo Jaime Brufau, quien el tres de abril de una Semana Santa abrió sus puertas al público.
Entre los complementos que le hacían falta estaba la pintura, las gradas, las puertas y el cerco. En el aspecto de la pintura una familia que pidió el anonimato contrató al artista egipcio Jacobo Fanous para que insertara en la cúpula central del templo las imágenes de los 12 apóstoles. La construcción iba lenta ya que un año después las autoridades de la iglesia logran enlosar el presbiterio y el altar mayor.
Mientras se afinaban muchos detalles, en 1970 se terminan las torres y la fachada principal del santuario. Una vez concluida esta etapa el cuatro de octubre se bendicen solemnemente las campanas y el reloj patrocinado por Don Antonio Mata, ejecutivo en aquellos tiempos de Cervecería Hondureña.
Después de pasar por muchas penalidades para ver concluida la obra, el santuario que fue edificado en forma de cruz latina, con bóvedas que sostienen una cúpula central que en su interior está rodeada con las pinturas de los apóstoles, quedó con una dimensión de 65 metros de largo por 35 de ancho con una altura de 27 metros.
La iglesia en ese espacio alberga cómodamente dos mil personas sentadas. Tres mil entre sentados y parados y cinco mil cuando está completamente llena como un Domingo de Ramos, Viernes Santo y otras fiestas. Además, cuenta con nueve capillas para santos y ocho para santas.
De las hornacinas hechas para los santos varones, el más visitado es El Santísimo, le sigue San Judas Tadeo, que tiene 49 placas de agradecimientos y el Cristo Crucificado, que se le cuentan 33. Entre las vírgenes a las que la gente les solicitan más milagros están: la virgen de Suyapa, la de Guadalupe y la de La Medalla Milagros. El templo consta con 129 bancas que encierran el altar mayor y 49 vitrales colocados en la parte alta de la edificación.
En sus 67 años de existencia, la iglesia ha sido dirigida por cuatro obispos y un pro-vicario que se llamaba Ramis, él estuvo interinamente por un año tras la muerte del obispo Sastre. El pontificado más largo ha sido el de Jaime Brufau Maciá que duró 27 años, dos meses y seis días. El obispo murió en Lérida, España el 17 de agosto de 1996. Luego de su muerte el padre Ángel Garachana Pérez, fue proclamado el cuarto obispo de la diócesis de San Pedro Sula el 11 de noviembre de 1994. Garachana está a punto de cumplir 22 años de estar dirigiendo la diócesis.
La iglesia que consta con seguridad privada, se está preparando en este mes de junio para celebrar otro año del apóstol San Pedro, que fue crucificado por los romanos con su cabeza hacia abajo y escogido por Jesús como la piedra angular donde edificaría la iglesia.
Por FITO MOLINA.