TEGUCIGALPA, HONDURAS. La socióloga Julieta Castellanos, exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), habló este jueves respecto al panorama que afronta el país por la emergencia sanitaria de COVID-19.
Castellanos compartió sus consideraciones en una entrevista que concedió a una radio local; allí, apuntó que, tras siete meses de la pandemia se evidencia una realidad repleta de inconsistencias, falta de planificación y demás adversidades para atención adecuada.
En ese sentido, opinó que es visible la descentralización en la toma de decisiones, además de la desunión entre los agentes que son primordiables para el combate de la emergencia sanitaria.
Incluso, apuntó que la realización de pocas pruebas diariamente impide el conocimiento exacto de en qué etapa está actualmente la crisis de COVID-19.
Sobre el detrimento al bolsillo de los hondureños, comentó: «La necesidad económica que nadie pone en duda es uno de los problemas más críticos que se vive en el país».
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Hospitales móviles INVEST-H: «la peor parte»
Seguido, Castellanos se refirió a la hospitales móviles que adquirió la Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H) y que aún no están en funcionamiento. Señaló que hay varios aspectos negativos en torno a ese equipamiento.
“Los hospitales móviles son la peor parte de esta pandemia con la sobrevaloración y la corrupción de los que no han llegado; y, los que llegaron solo demostraron un Estado incompetente, coludido», explicó.
Por tanto, también mencionó las campañas políticas que están en pleno desarrollo. Dijo que los candidatos a cargos de elección popular han estado enfocados en la contienda y no en las necesidades de las personas; además, acotó que lo hacen «sin propuestas».
«El ‘Fuera JOH’ no es suficiente, tienen que demostrar qué es lo que harán por el pueblo hondureño», agregó la entrevistada.
¿Dónde está el dinero?
Por último, afirmó que hubo una percepción de que los pobres asaltarían ante la situación de precariedad; sin embargo, cuestionó que fueron las personas más adineradas.
«Es una verdad dolorosa, los fondos para la emergencia no se sabe quien se quedó con la mayor parte. Allí hubo un beneficio para algunos empresarios inescrupulosos; no sabemos si habrá algo peor que los hospitales. Se aprovecharon de la miseria del dolor y de la muerte para hacer riquezas», ahondó.
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