TEGUCIGALPA, HONDURAS. La producción audiovisual es un trabajo que lleva mucha entrega, presión, esmero y paciencia, debido a que es a través de imágenes, vídeo, audio y otros aspectos que se lleva hasta los televidentes una gran historia.
Y va más allá de grabar y editar, porque antes se debe realizar un guion, preparar la producción y sobre todo tener la disposición de tomar un gran riego en un país como Honduras, donde no se recibe el suficiente apoyo.
Netflix se ha convertido en una de las plataformas digitales más reconocidas para ver series, novelas y películas. Honduras también destaca en esa plataforma, debido a que un grupo de compatriotas produjeron una serie donde realzan la vida de doña Austra Flores, madre de la extinta ambientalista, Berta Cáceres.
Los catrachos realizaron un trabajo de altura, pero para lograrlo se prepararon con tiempo y entregaron el todo por el todo al proyecto. Hoy destacan por ser de los primeros hondureños en brillar en una plataforma como Netflix.
El producto audiovisual lleva como nombre ”Stories of a Generation with Pope Francis” y sus creadores son Raúl Mendoza, Nohely Floritza Barahona, Josué Rosa, David Estrada, André Mirón y Frankie Membreño.
Este grupo de jóvenes se encuentra muy satisfecho, pero a la vez honrado de ver cómo el fruto de su trabajo brilla en Netflix. En una entrevista exclusiva con DIARIO TIEMPO. Nohely Barahona, en nombre del equipo, contó cómo fue esta experiencia.
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Una serie llena de esmero
Nohely mencionó que se le ha dado bastante realce a la serie, pero más allá de eso es importante conocer más detalles de cómo surgió toda la idea.
«La idea de producir el documental realmente no fue completamente de nosotros, sino que Netflix contactó al compañero Raúl porque él trabaja muy de cerca con el COPINH y también desde Italia ya se tenía dicho que la serie esta basada en un libro que escribió el Papa», explicó.
Tras este proceso Netflix contacta de manera oficial a Raúl Mendoza y ya estaba definido que la protagonista de la historia seria doña Austra Flores, madre de Berta Cáceres.
Luego, Raúl comenzó a armar su equipo y allí entra Nohely Barahona y comenzó a dirigir el proyecto. La premisa de la serie era que la dirigiera una persona menor de 30 años, pero es una edad que los cineastas especializados no tienen.
«Raúl no encontraba cineastas menores de 30 con la capacidad de dirigir algo para Netflix. En ese momento yo estaba grabando un comercial y la gente subiendo historias porque me acabo de graduar en Cuba de cinematografía», señaló Nohely.
Fue a través de esas historias que Raúl contactó a Nohely y se convirtió en la única mujer directora de fotografía trabajando en Honduras. «Raúl me escribió y nunca me mencionó Netflix, pero fue una sorpresa muy emocionante», agregó.
Luego, Raúl envió los datos de Nohely a Netflix para que lo aprobaran y en efecto, lo logró en noviembre del 2020. A partir de ese momento la joven empezó a trabajar como directora de la grabación en Honduras.
Historias de una Generación
«A partir de ese momento empezamos a trabajar con los guionistas de Italia, me explicaron la serie, la dinámica que era una persona menor de 30 años trabajando con alguien mayor de 70 y por eso la serie termino llamándose, ‘Historias de una Generación'», agregó la joven.
La producción surge a raíz de que Netflix contactó gente en 20 países diferentes, organizados por continentes, y en específico los productores de América pelearon mucho la historia de doña Austra Flores.
Para filmar se presentaron algunas complicaciones, pero el interés en la historia de la madre de Berta Cáceres era aún mayor y además poder conocer la raíz de la lucha de la ambientalista.
El equipo también dio el todo por el todo para realizar un producto de calidad, entre ellos fotógrafos, directores, conductores y la administradora.
Para poder hacer el guion de la historia, Nohely debía de levantarse a trabajar a las 2:00 o 3:00 de la mañana, debido a la diferencia de horas con Italia.
La familia de Berta Cáceres fue una pieza fundamental para el rodaje, debido a que prestaron todas las atenciones necesarias. Doña Austra es una pionera en la lucha de los pueblos originarios.
«La historia de mamá Berta está para una película entera, para un documental largo por todo lo que hizo por la gente, por todo lo que ayudó esa hazaña de ser la primera alcaldesa es algo que hay que destacar, al igual que su lucha por las mujeres», agregó Nohely.
El reto de producir en Honduras
Loa catrachos tuvieron un gran reto al producir un documental de talla internacional en Honduras, debido a que el concepto que tenían del país no era el mejor y es por la realidad que vive la nación.
Además, en el aspecto económico fue algo difícil para este grupo de jóvenes porque los costos reales de vida en Honduras son muy elevados. Algo de lo más costoso fue el precio del combustible para trasladarse hasta La Esperanza, Intibucá.
En cuanto a la experiencia, todo el equipo se encuentra muy satisfecho de ver el proyecto en Netflix, puesto que la intención más importante era contar la historia de Berta y doña Austra.
«Verlo en la pantalla, en el momento solo imaginamos que era algo para Netflix, pero nunca pensamos que lo iban a ver tantas personas y que iba a inspirar a tanta gente y ver que la gente publicaba los pantallazos de La Esperanza, fue una gran sorpresa», afirmó Nohely.
Para los chicos significó un orgullo poner en alto el nombre de Honduras, a pesar de todos los señalamientos que existen del país. Asimismo, plasmaron una historia que llamó mucho la atención de los televidentes y que es 100 % catracha.
Historias de Honduras para el mundo
«Son historias de gente entregada, de algunos que les toca dejar el país para trabajar desde fuera y hacer un país más grande. En la mente de todo el equipo que éramos tan poquitos, siempre tuvimos que alguien lo iba a ver en alguna parte del mundo2, aseguró Nohely.
Este trabajo es de personas que a pesar de las adversidades y de los obstáculos quiere contar las grandes historias que esconde Honduras, así como la de Berta y su madre.
El deseo de estos CATRACHOS EJEMPLARES es seguir contando historias que salgan de Honduras, pero con las que se identifiquen personas de Sudáfrica, Europa o cualquier parte del mundo, porque al final une el amor y la lucha por querer tener un país mejor.
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