CORTÉS, HONDURAS. Ya se fueron en caravana, centenares de hondureños decepcionados porque en su país no encontraron la oportunidad de prosperar, pero llenos de esperanza, confiando que en Estados Unidos encontraran la calidad de vida que anhelan.
Actualmente, la caravana, conformada por más de 2,000 personas, avanza por la carretera hacia el occidente del territorio nacional, con la intención de llegar a la frontera con Guatemala de Agua Caliente.
Algunos van a pie, otros se subieron a rastras, autobuses, pick-ups, pero todos con el mismo destino.
Escenas desgarradoras son las que deja este nuevo éxodo migratorio en Honduras, como, por ejemplo, madres cargando a sus pequeños, quienes temerosos se aferran a sus brazos, sin saber en realidad qué está pasando, por qué los rodea tanta gente.
Hay otros infantes que caminan tomados de la mano de su padre, quizá, sabiendo hacia dónde se dirigen, pero desconociendo por completo los retos y peligros que han de enfrentar durante su larga travesía.
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Sin problemas, por ahora
De momento, la caravana sigue su camino sin ningún problema, pero será hasta que llegue a la frontera con Guatemala que, muy probablemente, el gobierno de Honduras prohíba su salida a muchos y las autoridades chapinas nieguen el ingreso a varios más.
Por la pandemia del Covid-19, el gobierno de Alejandro Giammattei advirtió que no va a permitir el tránsito de ningún hondureño sin resultado negativo de una prueba PCR o de antígeno negativo a COVID-19, además de un pasaporte o documento de identidad vigente.
«Estamos viviendo en tremenda pobreza. Mire a toda esta gente, la mayoría perdió todo lo que tiene, entonces, hay que buscar otro camino. Lo que me motiva a mí es la familia, porque tenemos que comer, así uno agarra coraje y valentía para emprender este camino», dijo a TIEMPO Digital un ciudadano originario de La Mosquitia, que ya acumula una semana de viaje.
Caravanas anteriores
Durante octubre del 2020 de Honduras salieron varias caravanas compuestas por 2.000 y 3.000 migrantes. Sin embargo, un gran porcentaje fue detenido en Guatemala por las fuerzas de seguridad y retornaron a Honduras.
También, en diciembre del mismo año, otra caravana partió de San Pedro Sula con el mismo fin, llegar a los Estados Unidos. Ellos abandonaban el país argumentando la falta de oportunidades, sumado a los desastres causados por Iota y Eta.
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