TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El hondureño David Sanabria narró cómo vivió su secuestro por parte de grupos criminales que torturan a migrantes que intentan llegar a Estados Unidos.
Según el hondureño, él emprendió el viaje junto a su pequeña hija de 4 años, en busca de mejores oportunidades pues su economía se desestabilizó después de las tormentas Eta e Iota.
Sin embargo, el coyote que lo trasladaba y que debía dejarlo en la frontera de EE.UU., los entregó a un grupo criminal en Reynosa, Tamaulipas, en México. «Me dijeron que ellos eran del Cártel del Golfo«, manifestó en una entrevista para Telemundo Noticias.
Relató que lo llevaron al desierto junto con otros 50 migrantes más y contactaron a su hermano, quien vive en Nashville, Tennessee, para pedirle 7 mil 500 dólares por el rescate de su hermano y su sobrina.
«Yo no tenía de donde pagarles«, manifestó Denis Sanabria, hermano del hondureño.
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Lo torturaban
Según el relato del hondureño, cuando su hermano les dijo que no tenía cómo pagarles, los hombres lo golpeaban y torturaban.
«Cuando mi hermano les decía que no tenía dinero, ellos me golpeaban, me tiraban al suelo», dijo. Además, asegura que fue testigo de lo que le sucedía a aquellas personas que no pagaban el rescate. «A puro machete los desmembraban, los mataban», lamentó.
Asimismo, dijo que le tocó comerse la carne de sus compañeros migrantes que fueron asesinados. «Para que no hubiera rastro de nada, pues a uno le daban eso para que se lo comiera«, agregó Sanabria.
Según relata el hondureño, su salud comenzó a deteriorarse. Tenía debilidad, fatiga, dolor de cabeza, síntomas de deshidratación.
Presión para que consiguiera el dinero
Al paso de los días, su hermano Denis pudo juntar 4 mil dólares, pero cuando habló con los secuestradores, le insistieron que debía pagar la cuota completa si quería ver a sus familiares con vida.
«Mi hermano me volvió a suplicar que si no lo podía recoger que ahí lo dejara para que lo hicieran pedazos», dijo con lágrimas en los ojos. Los secuestradores llamaban presionando a los familiares de las victimas para que les pagaran con prontitud.
«Ve carnal, ya tenemos a los niños aparte de sus papás y la neta no queremos tomar otras acciones. Ya vamos a empezar, ahora sí que a cortar deditos, ¡ya necesitamos el dinero!», era parte de las amenazas que enviaban los secuestradores.
Denis se vio obligado a pedir dinero en las calles de Nashville y en una semana reunió los 3 mil 500 dólares que necesitaba para que liberaran a su hermano y a su sobrina.
David y su hija fueron liberados a mediados de abril de 2021 a las afueras de Reynosa, México, después de 25 días de mantenerse retenidos.
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