Honduras. En medio de llanto, desespero y tristeza, la hondureña María Celeste tuvo que retornar al país desde España luego de haber perdido a cinco miembros de su familia en el incendio registrado el 19 de enero en la residencial Ciudad Lempira, de Comayagüela, Francisco Morazán.
María Celeste era la madre de María Samanta Aguilar Sierra, de 9 años de edad, una de las cinco víctimas del incendio. Las otras corresponden a Sayda Lorena Sierra, de 51 años edad; Samuel Cortés, de 37 años edad; Gimena Alejandra Sierra y Cindy Vanessa Serna, de 14 y 8 años edad, respectivamente.
Con voz quebrantada y lágrimas en su rostro, la compatriota contó lo mal que lo ha pasado desde que se dio cuenta de la tragedia.
«Se me murió mi hija, mi madre y mis hermanas. Me he quedado sola y no sé que voy a hacer», expresó a HCH.
María explicó que hace cinco años viajó a España con la finalidad de ahorrar dinero y mantener a su familia. Sin embargo, actualmente se encuentra sola, pues ha perdido a lo más preciado que tenía.
«Por ellos me fui a España, para tratar de darles una vida mejor. Sólo quería ahorrar un poco de dinero», detalló.
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Problemas en la morgue
Los cinco cuerpos aún se encuentran en la morgue de la capital. María Celeste contó que no ha logrado recibirlos ya que no tiene a dónde llevarlos y tampoco tienen ropa, pues todo quedó calcinado.
Además de eso, lamentó que no le pueden dar el cuerpo de su padrastro porque no tiene algún parentesco.
«Él tenía más de 20 años viviendo con nosotros. Era el papá de Cindy, y ahora me dicen que no me lo pueden dar porque no tengo parentesco familiar», relató.
Antecedentes
El pasado 19 de enero, según versiones de los vecinos, en horas de la madrugada escucharon gritos que procedían de la vivienda, por lo que salieron a observar y notaron el siniestro, alertando así al Cuerpo de Bomberos de Honduras.
Al llegar al lugar, los bomberos procedieron a tratar de ingresar a la casa para auxiliar a las personas. Sin embargo, al controlar las llamas y proceder con el rescate, encontraron los cuerpos ya sin vida.
Miembros de la Cruz Roja Hondureña también acudieron al lugar, no obstante, relataron que al llegar, el incendio ya estaba bastante avanzado y «posiblemente murieron por asfixia y también por las llamas».
