TEGUCIGALPA, HONDURAS. Silvia López, una catracha que actualmente reside en España, su historia es similar a la de miles de hondureños que este mes de diciembre recuerdan con nostalgia sus navidades en familia, pero, la ilusión de sacarlos adelante, los reconforta.
«Silvita», como sus amigos cercanos la llaman, dejó Honduras en noviembre de 2018 y viajó hacia Madrid, capital española. «Decidí salir de mi país, por un futuro mejor para mí y para los míos», dijo en una entrevista a Diario TIEMPO Digital.
La catracha explicó que es difícil acostumbrarse al hecho de estar lejos de su familia y amigos, pero, sobre todo, a un nuevo estilo de vida, otra cultura con costumbres muy diferentes a las de su país natal.
«Las tradiciones y las costumbres de su país, uno las lleva marcadas en la piel. Uno no se acostumbra al cambio de la noche a la mañana. Yo creo que pueden pasar mil años y yo siempre voy a extrañar las costumbres de mi Honduras«.
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Navidad lejos de casa
«Estas navidades europeas, tienen un mar de diferencia, entre las navidades nuestras. No se siente el mismo apogeo, entusiasmo, ni siquiera los niños se emocionan y si lo hacen, es por la cantidad de regalos que los padres les dan», lamentó.
Aseguró que todo es completamente diferente y en este 2020 es peor aún, pues por la COVID-19 las actividades son limitadas, además que el temor invade y en Nochebuena le tocó pasar encerrada en su habitación viendo series o navegando en internet.
A diferencia de cuando estaba en Honduras, Silvia contó que con su familia vivía con mucho júbilo las fiestas, compartían una cena, disfrutaba de momentos de diversión con sus hermanos, mientras su madre se divertía con sus ocurrencias.
No obstante, aunque este mes se ha llenado de nostalgia, contó que está con muchas ansias porque inicie el nuevo año y poder seguir cumpliendo sus metas a largo y corto plazo, pues aunque ha tenido inconvenientes con sus trabajos, ha logrado iniciar sus proyectos y eso la fortalece.
Encontró el amor
Sentimientos encontrados aquejan a Silvia, pues aunque extraña a su familia, encontró el amor en «las europas» y junto a su pareja que también es hondureño, trabajan y luchan por sus aspiraciones, además de apoyarse y hacer que la lejanía, afecte menos.
Para finalizar, la hondureña sugirió a los compatriotas a no rendirse «si ustedes tienen sueños, metas, luchen por ello. Muchas veces la situación se pone difícil, pero hay que luchar, salir adelante, navegar y cuando menos lo recuerden, verán la luz del día».
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