TEGUCIGALPA. HONDURAS. La hondureña Teresa Hernández, recurrió a un medio local para denunciar una supuesta “brujería” de la cual ella es víctima y que podría llevarla hasta la muerte.
Según los relatos de la mujer, desde hace días, ella de su boca “vomita” sapos, ranas y hasta babosas.
El caso
De acuerdo con las palabras de Hernández, a ella la habría embrujado una mujer con quien discutió por su marido. Luego de esa pelea pasaron 15 días y allí empezó el calvario para la hondureña, expresó.
“Siento ganas de matarme, se me sube algo a la garganta”, contó la víctima al medio de comunicación Hable Como Habla.
Cuando el reportero que entrevistaba a la mujer, le preguntó que le dijera el nombre de la persona con la que discutió, Hernández se negó.
“No, no voy a decir el nombre, es una mujer de la frontera”, se limitó a decir sobre la fémina que supuestamente la embrujó. Asimismo, dio que era la amante de su marido.
También, la hondureña confesó que ella ya ha recibido la visita de varios pastores religiosos, y que ellos le han dicho que su mal se debe a la presencia de un demonio.
Se le olvida todo
La mujer dijo que, de un día para otro, a ella se le ha empezado a olvidar todo, y aseguró que ella antes no era así.
De igual forma, dijo que ella recibió una oración de una pastora de España por teléfono, pero que de repente le dieron ganas de ir al baño.
“En el baño, yo misma con mis propios ojos, mire que cayó un gusano como de dos centímetros con cachitos y luego un hilo blanco”, relató la mujer.
Al parecer en los últimos días, la mujer de 34 años ha estado vomitando babosas, y expresó que incluso en una ocasión por su vagina expulsó un gusano.
Además, sostuvo que a veces siente algo feo en su cabeza y que la única manera de que se le quite es que salga a la media noche de su casa, con su bebé, camina varias cuadras y al hacer eso ya no siente el dolor en la cabeza.
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Pensamientos suicidas
Ante la imponencia que dice que siente, la mujer al no saber que tiene, aseguró que por su cabeza ya han pasado pensamientos de quitarse la vida, pues ella cree que sería la única manera de acabar con la “brujería”.
Doña Teresa Hernández manifestó que por un tiempo estuvo asintiendo con un psicólogo, pero dejó de ir debido que las consultas eran muy caras.
La señora pidió a la población que la ayuden, pues no tienen dinero, y agregó que su hijo está enfermo y que necesita varios exámenes médicos y que si no encuentra pronto una solución para su “embrujo”, ella se va a matar.
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