TEGUCIGALPA, HONDURAS. Debido al COVID-19 que amenaza la salud de los hondureños, la población debe estar en cuarentena para evitar más casos de enfermos, sin embargo, esto hace que las denuncias de violencia doméstica y el consumo excesivo de alcohol se disparen.
En ese sentido, el ministro de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco, manifestó que el objetivo principal de la cuarentena es salvar vidas. No obstante, la violencia sigue latente, ahora dentro de los hogares, mientras que desciende en las calles.
De esa forma, el funcionario señaló que es la «violencia armada es la que se está reduciendo de forma significativa a nivel nacional», pero no en el hogar.
“Debido al encierro de casi cuatro semanas, hay un incremento de casos de violencia doméstica, así como el consumo excesivo de alcohol, especialmente en las zonas rurales», señaló el ministro.
Cuando la prioridad deben ser alimentos, algunos hondureños prefieren comprar y llevar a sus casa bebidas alcohólicas. «El problema que afecta el país no solo es un trabajo de la Policía, sino que de todos los hondureños», agregó el funcionario.
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Por otro lado, aprovechó para pedir a la población que acate las medidas que se han establecido, todo, por su propio bienestar, así lo dijo Pacheco Tinoco. A su vez, indicó que todo el Valle de Sula continúa en toque de queda absoluto.
«El departamento de Cortés y la ciudad de El Progreso continúan con toque de queda absoluto, porque son el principal foco de infección y tenemos que ser más estrictos para salvar a miles de hondureños», concluyó.