TEFUCIGALPA, HONDURAS. En un caótico y atípico 2020, durante el mes de diciembre, el rubro del transporte terrestre no paró de trabajar pero a diferencia de 2019, al terminar las fechas festivas el flujo de pasajeros cayó en un 30 %, informó Felipe Cantarero, encargado de una terminal de transporte en Tegucigalpa.
Luego de los festejos de Año Nuevo y de los días libres que gozaron muchos hondureños, las diferentes terminales se vieron abarrotadas, pero los transportistas comentaron no haber tenido tantas ganancias como en años anteriores.
Los habitantes de las grandes ciudades hondureñas retornaron ayer, domingo, y las terminales lucieron repletas de personas. Ahora, la situación vuelve a la normalidad y las cifras son más bajas de lo que esperaban.
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Transporte público y el COVID-19
A criterio de Cantarero, la causa de la caída habría sido el temor que la población tiene de contagiarse con el COVID-19. Recordó que es obligatorio para todos los pasajeros el uso de mascarilla y careta.
Además, detalló que la ruta hacia la ciudad de San Pedro Sula es de las más saturadas por la cantidad de personas que viaja en estas fechas. Sin embargo, los viajeros se mueven hacia todos los departamentos del país.
Fin de semana largo
Debido a los días en que se celebraron Noche Buena y Fin de Año, muchos hondureños gozaron de un fin de semana largo, disfrutando desde el jueves hasta el domingo. Así como las terminales, los centros turísticos quedaron repletos.
Adicionalmente, algunos burócratas como los empleados del Poder Judicial regresan a sus puestos de trabajo hasta el próximo 6 de enero.
Aun con un alto flujo de pasajeros, no fue como lo esperaban los transportistas, por lo que explican que como rubro siguen en aprietos económicos causados por la pandemia de COVID-19 y los desastres naturales.
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