TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Buzos hondureños que llevan años discapacitados debido a la riesgosa pesca de langostas en las profundidades del mar suplican ayuda para poder sobrevivir.
Además, exigen que el Estado cumpla con el reciente fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ordenó una serie de reparaciones económicas a su favor.
Flaviano Martínez, es uno de los 42 misquitos hondureños que se dedicaban al buceo y que en 2003 denunciaron a nivel internacional violaciones a los derechos humanos. Martínez hace 17 años quedó discapacitado tras sumergirse en las profundidades del mar Caribe en busca de langostas.
En una entrevista con Agencia Efe, Martínez postrado en su cama lamentó: «Tengo dolor de cabeza, calentura, todo mi cuerpo está cansado, no puedo caminar, ni levantarme, no hay quien pueda ayudarme».
Asimismo, contó que lleva dos semanas en cama y que espera la muerte porque no puede retener los alimentos.
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Agregó que no tiene familiares en Puerto Lempira, Gracias a Dios, y que su única compañía es su mujer, Sara Flores, quien «no puede trabajar porque me está cuidando». Su esposa atiende a Martínez dándole de comer en la boca pues está paralítico en la cama.
Violaciones a los derechos humanos
La mayoría de los habitantes de seis municipios de Gracias a Dios, incluido Puerto Lempira, se dedican a la captura de langosta para empresas privadas. Según las denuncias de 24 buzos misquitos, ellos se sumergían en las profundidades del mar sin la protección debida y ahora nadie responde por ellos.
La denuncia fue hecha ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el 24 de mayo de 2019.
La CIDH también ordenó otras acciones que debe ejecutar el Estado, como dar becas educativas, viviendas, proyectos económicos y la realización de un documental acerca de los buzos misquitos.
De igual manera, el presidente de la Asociación de Misquitos Hondureños de Buzos Lisiados (AMHBLI), Erasmo Granuel Díaz, condenó los hechos. Dijo que la situación de los que han sufrido severos daños por la sumersión es muy difícil porque no pueden trabajar y han sido olvidados.
Erasmo informó que «cuando los buzos quedan afectados por su actividad, los dueños de botes o empresas para las que trabajan los dejan abandonados». Agregó que «el Estado debería castigar con una ley fuerte a las empresas privadas que no protegen a los pescadores».
1,685 buzos afectados y más de 600 muertos
De acuerdo a informes de la AMHBLI, actualmente se registran 1.685 buzos afectados por la pesca de langosta. Además, explica que hay comunidades de las que no se sabe cuántos están lisiados o han muerto en Gracias a Dios.
Asimismo, se constató que se han registrado 635 buzos muertos y nadie ha dado respuesta. Erasmo expuso que «todavía no estamos muy claros, porque no hemos visto nada, ha habido compromisos y no se está cumpliendo ninguno».
Hasta ahora, la AMHBLI en Puerto Lempira solo está recibiendo el apoyo de la agencia irlandesa humanitaria y de desarrollo GOAL, fundada en 1977.
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