TEGUCIGALPA, HONDURAS. En la homilía dominical celebrada en la Basílica de Suyapa, el arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Óscar Andrés Rodríguez habló sobre el pan vivo bajado del cielo, algo que fue criticado y mal pensado entre los demás.
«Es en Jesús donde se representa la plenitud de la vida, pero nadie puede venir a mí sin que el padre lo envíe», dijo Rodríguez.
Además, recalcó que las personas no prestan atención a Dios y quedan en el vacío, lo que significa que andan sin rumbo, o sea, no saben de donde vienen y hacia donde van.
«Lo que hacen es llenar su vida con alcohol, drogas, actos inmorales o búsqueda desenfrenada del poder a cualquier costo, aunque sea matando o robando», consideró.
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Deseo de vida
«En cada uno de nosotros hay deseo de vida, una llamada profunda a vivir en plenitud. Por ese deseo de vida es que el padre nos atrae hacia Él, nadie puede llegar a Jesús si no es preparado», expresó.
Asimismo, precisó que el padre atrae todos los seres humanos hacia Jesús con el fin de descubrir en él un potencial que les emociona.
«Tristemente en nuestra sociedad no se vive así y todos solo dicen paso. Si Dios desaparece del horizonte de la vida, la vida humana desaparece también», lamentó.
Vida eterna
Por otro lado, el arzobispo aseguró que los que creen en Jesús tienen vida eterna y so no solamente es duración de vida o ilimitada.
«Todos recurren al maquillaje o cirugías para no verse arrugados y eso jamás los llenará. Sabemos que nuestro paso por este mundo termina, pero no se quiere aceptar cuando se vive una vida vacía o llena de cosas y no llena de amor ni de Dios», puntualizó el cardenal.
Por último, concluyó diciendo que la realización de una persona nada más se da en el encuentro personal con Jesús y en el seguimiento de su estilo de vida.
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