Homilía: Políticos deberían resolver la exclusión social y económica

TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un llamado a la «clase política», hizo este domingo durante la homilía, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, para que se preocupen por resolver la exclusión social y económica en el país.

«Las mayores angustias de un político no deberían ser las causadas por una caída en las encuestas. Sino más bien, por no resolver efectivamente el fenómeno de la exclusión social y económica con sus tristes consecuencias, apunta la encíclica», dijo Rodríguez.

A renglón seguido, explicó que «el político es un hacedor, un constructor con grandes objetivos, con mirada amplia, realista y pragmática aún más allá de su propio país».

La lectura bíblica correspondiente a este domingo, señala al profeta Isaías; donde habla de la parábola de la viña, que aparece una y otra vez en la sagrada escritura en función de manifestar la realidad del reino de Dios.

«Queda bien claro que la viña es pertenencia divina. Además, Dios se encarga de preparar perfectamente el terreno de cultivo, de disponer todo para plantar los mejores sarmientos, prometedores de óptimas cepas, adecuadas para conseguir los frutos más logrados», agregó el líder religioso.

En ese mismo contexto, agregó que, «los dueños actuales del mundo, han querido apoderarse de la herencia de la vida, matando para ello, al hijo. Son los poderes económicos, ideológicos y políticos que viven a costa de la muerte».

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Cristo: La piedra angular

Por otro lado, el máximo jerarca católico aconsejó a los hondureños a que, «si queremos construir nuestra vida sobre alto sólido, necesitamos apoyarnos en Cristo. Él es la piedra angular que desecharon los arquitectos».

«Jesús es alguien que fue rechazado, que sigue siendo rechazado en gran parte de la humanidad; ese rechazo se prolonga en la historia y es la tragedia que atropella a miles de seres humanos, en injusticias padecidas especialmente por los más pobres», acotó.

«Y de esa manera nos dice el Papa, hundir a un pueblo en el desaliento es el cierre de un círculo perverso perfecto. Así obra la dictadura invisible de los verdaderos intereses ocultos que se adueñaron de los recursos y de la capacidad de opinar y de pensar», agregó.

Finalmente, el cardenal dijo que «nuestra Honduras tiene futuro, y como una viña del Señor, todos estamos llamados a producir frutos, no de indiferencia, ahí que vean los políticos, sino con acción concreta. No podemos seguir en lo mismo y por eso a preocuparnos cada uno para participar», concluyó.

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