TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con el inicio de la Semana Santa, la Iglesia Católica, mediante su tradicional homilía dominical, celebró este día en Honduras el Domingo de Ramos.
El Domingo de Ramos es el acontecimiento que marca el fin de la Cuaresma y el inicio de la Semana Santa, tiempo en que se celebra la pasión, crucifixión, muerte y resurrección de Cristo.
Por esta razón, la eucaristía del Domingo de Ramos tiene dos momentos importantes. El primero es la procesión de las palmas y la bendición de las mismas por parte del sacerdote. El segundo es la lectura de la palabra que evoca la Pasión del Señor.
¿Qué simbolizan los ramos?
Se da a este día el nombre de Domingo de Ramos precisamente porque Jesús fue obsequiado con innúmeros ramos por sus seguidores, gentes sobre todo humildes.
Los ramos de olivo y de palma son el signo por excelencia de la renovación de la fe en Dios. Se les atribuye ser un símbolo de la vida y resurrección de Jesucristo. Asimismo, recuerdan también la fe de la Iglesia en Cristo y su proclamación como Rey del Cielo y de la Tierra.
Desde tempranas horas, muchos feligreses llegaron a la Catedral de San Miguel Arcángel, en donde se daría inicio a la homilía.
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Tener presente siempre a Jesús
El cardenal Andrés Rodríguez Maradiaga habló sobre la importancia que debe ser Jesús en la vida de todas las personas.
Manifestó que Jesús dio su vida por proteger a toda la humanidad, él es un ser luz, de paz y que siempre quiere lo mejor para sus hijos.
El religioso pidió a la población hondureña tener siempre presente a Jesús, que pase lo que pase nunca pierdan la fe en el padre celestial.
Dijo que las personas deben saber que nunca es tarde para cambiar y dejar atrás los pecados y convertirse en alguien de bien.
«Nuca debemos desconfiar de la misericordia de Dios», argumentó el líder de la iglesia católica.
Además, expresó que Jesús siempre tiene la bondad de perdonar lo pecados cometidos por la humanidad, pero las personas en cambio, se cansan de pedir perdón.
«Dios nunca se cansa de perdonar, somo nosotros los que nos cansamos de pedir perdón», indicó Rodríguez.
Murió en la cruz perdonando
El cardenal señaló que Jesús no solo murió por proteger a la humanidad, él murió en la cruz perdonando.
«Jesús muere en la cruz y muere perdonando, ante eso también nosotros debemos pedir perdón y saber perdonar», subrayó.
Afirmó que en cualquier momento de desafío o al pasar por tiempos difíciles, siempre hay que arrodillarse y pedirle ayuda a Jesús.
«Siempre pongamos nuestras vidas en manos de nuestro señor», concluyó cardenal Andrés Rodríguez.
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