TEGUCIGALPA, HONDURAS. El cardenal Oscar Andrés Rodríguez, en la homilía de este 05 de junio en la Basílica de Suyapa, celebró el Domingo de Pentecostés, donde también se refirió al poder del espíritu santo.
La misa dio inicio con una breve oración y una canción recitada por el cardenal y la congregación católica.
«Jesús exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: ‘Reciban el espíritu santo’. El Señor resucitado exhala su aliento sobre sus discípulos que estaban paralizados por el miedo después de la trágica muerte de Jesús», comenzó diciendo el cardenal.
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También, agregó que el Señor al ser resucitado y estar presente en la vida del ser humano exhala hoy su aliento de vida sobre cada uno y cada una de los presentes.
«Lo primero que se pone de relieve en el evangelio, es la primera comunidad, después de la muerte de Jesús tenía las puertas cerradas por miedo. Esa expresión refleja el miedo y la inseguridad que vivían los discípulos que no tenían todavía la experiencia del resucitado, pero el espíritu santo los transformó», agregó el cardenal.
Asimismo, agregó que al resucitar el señor Jesucristo pudo abrir todo tipo de puertas y el miedo de los discípulos no lo detuvo a la hora de atravesar las puertas cerradas y desearles la paz.
«¿Cómo está cada uno de nosotros? ¿Cómo está nuestra Honduras? ¿Tenemos las puertas cerradas? ¿Tenemos miedo?», cuestionó. «Con frecuencia puede que cerremos las puertas», respondió ante las preguntas planteadas.
Señaló que es muy cómodo estar encerrado en uno mismo, sin embargo, no produce plenitud ni alegría, y Dios es quien puede abrir esas puertas para sacar todo lo malo y abrir todo lo bueno que hay en el interior de cada ser humano.
«El espíritu santo vence todos los miedos, las depresiones, los pesimismos y nos ayuda a superar las dificultades», señaló el cardenal. Continuó la misa asegurando que el amor de Dios puede ayudar a superar todo egoísmo, barrera que el ser humano pone a su amor.
Fiesta de Pentecostés
«En a primera lectura de los hechos de los apóstoles, en la fiesta de Pentecostés, se preguntaban, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oye hablar en la lengua nativa?», expresó.
¿Qué significa esto? El cardenal explicó que el amor es la lengua que todo el mundo entiende, el miedo desapareció y las lenguas comenzaron a alabar a Dios, a hablar con franqueza de todo aquello que pudiera obstaculizar el anuncio de la resucitación de Jesús.
«En Pentecostés donde había división e indiferencia, nacieron la unidad y la compresión», manifestó. Asimismo, explicó que Pentecostés es como la página opuesta a la torre de Babel, la confusión de las lenguas y la división de los seres humanos.
Igualmente, dijo que el Pentecostés del 2022 trae para Honduras un mensaje muy importante: «No podemos seguir divididos, confrontados, tenemos que unirnos para el bien común», mencionó.
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