TEGUCIGALPA, HONDURAS. El cardenal hondureño de la Iglesia católica, Óscar Andrés Rodríguez, envió un contundente mensaje sobre la codicia durante la homilía de este domingo 31 de julio.
“Guárdense de toda clase de codicia, pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes. El señor Jesús pronuncia una advertencia contra toda clase de codicia. Ese deseo de tener siempre más”, detalló.
De igual manera, Rodríguez manifestó que el fin de estas riquezas crea división en las familias.
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“De qué sirven que acumulen y acumulen y después hasta sus mismas familias se dividen por las cosas”, aseguró.
En este sentido, el cardenal hondureño calificó a estas personas como «insensatas» y explicó que cierran su corazón con estas acciones. “Aquellos que cierran su corazón y son incapaces de hacer algo a favor del prójimo son insensatos”, explicó.
Llenos, pero vacíos
Rodríguez manifestó que la codicia crea una falsa sensación en el ser humano de plenitud. Sin embargo, la realidad es otra. “Empezamos a vivir llenos, pero vacíos», expresó.
De igual manera, el cardenal hondureño destacó que ese sentimiento es frágil y puede ser derrumbado por cualquier cosa pequeña. “Tratan de compensar estos vacíos de manera falsa, con cualquier pequeña cosita todo esto se derrumba”, explicó.
El líder religioso manifestó que la sociedad hondureña se está rigiendo por la codicia y sin reglas morales a seguir.
“No se puede ocultar que vivimos en una sociedad que vive llena de codicia y riqueza como sea, aunque sea sin reglas morales”, explicó.
Narconegocio
De igual manera, el cardenal hondureño hizo una fuerte reflexión sobre algunas acciones ilícitas, como ser el narcotráfico. «Pensemos en todos los que viven del narconegocio, acumulan bienes y después, en qué quedan», explicó.
Asimismo, Rodríguez relató que durante de una de sus visitas conoció el caso de un pequeño, a quien su entorno lo hizo pensar en ser narcotraficante.
«Un niño pequeño, yo le pregunté qué quería ser cuando fuera grande y me dijo: ‘Narcotraficante’. Un niño que ni entendía de qué se trataba, pero veía lo que pasaba a su alrededor», explicó.
De igual manera, Rodríguez detalló que las personas que se dedican a estas actividades ilícitas no terminan bien. «En qué quedan, extraditados y pasando el resto de su vida en una cárcel o denunciando a otros; ‘cantando’ como se dice vulgarmente», expresó.
Además, el líder católico indicó que las personas no tienen tiempo para la oración y se dedican a actividades que alimentan su codicia.
«Aquellos que ya no tiene tiempo para Dios, no tienen tiempo para la oración. Tienen tiempo para la bolsa de valores, para buscar inversiones y llenar su vida de cosas. Y no de amor, y no de servicio y no de bondad», expresó.
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