Tegucigalpa, Honduras. «Nuestro futuro está en buenas manos, está en manos de Dios, el Dios de la vida”, fue el mensaje de este domingo compartido por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez en la homilía.
Durante su discurso, el religioso aseguró que Dios le promete a todos sus hijos que si lo obedecen, tendrán una hermosa vida llena de bendiciones.
El Cardenal dijo que las personas deben esforzarse para lograr conseguir una vida espiritual junto al padre celestial.
La resurrección
La resurrección fue uno de los temas que tocó el arzobispo, durante la homilía, señalando que ese acto forma parte de los pilares del evangelio.
“El señor Jesús se apoya en el hecho de la resurrección de los muertos”, explicó el Cardenal de la Iglesia Católica.
Por otra parte, expresó que es falso que después de esta vida, no hay nada y manifestó, que tras la muerte física pasan muchas cosas. “Dios no es un Dios de muertos sino de vivos, porque para él todos están vivos”, afirmó.
Expuso que aunque a muchas personas no les gusta hablar de la muerte, eso es algo que forma parte del ADN de la humanidad.
“Nuestra civilización rica en conocimiento y poder, ya no ofrece respuesta al enigma de la muerte, trata de olvidar la muerte, pero eso no es posible”, sostuvo.
“Nuestra vida no pueda terminar nunca, no puede tener fin, como no puede tener fin el amor de nuestro Señor”, agregó.
Lea el mensaje del domingo pasado: Homilía; el amor de Dios es capaz de atravesar todo obstáculo
La muerte no puede extinguir la vida
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez aseveró que ni siquiera la muerte puede extinguir la vida, ya que es algo que viene de Dios.
Seguidamente, externó que existe un miedo a la muerte porque todos los seres humanos tienen el deseo ferviente de vivir y por eso son muchos los que anhelan la inmortalidad.
Sin embargo, aclaró que nadie puede ni debe desear la inmortalidad y eso solo es algo que Dios puede otorgar.
“Por eso el señor Jesús anuncia al Dios de la vida, por eso Cristo vendrá porque venció la muerte, por eso Dios siempre es una fuente de vida y puede dar la vida eterna a todos sus hijos”, concluyó el Cardenal.