TEGUCIGALPA. En la homilía de este domingo 6 de marzo se habló sobre la fortaleza que tuvo Jesús cuando este estuvo en el desierto y donde fue sometido a todo tipo de pruebas que buscaban destruir su fe y su fortaleza.
El monseñor Teodoro Gómez manifestó que así como Jesús, las personas son tentadas por satanás todos los días, pero deben ser fuertes y no caer en esas tentaciones.
«Las tentaciones de Jesús son como todas las tentaciones humanas. La tentación es un experiencia permanente del ser humano», expresó Gómez.
Tentaciones
El religioso aseguró que no existe tentación más grave que la de dudar del amor del Padre celestial.
Señaló que muchas veces las personas les cuesta reconocer la autoridad de Jesús y que en muchos casos quieren que sus deseos se cumplan por encima de lo planeado por el Señor.
Por otra parte, explicó que Dios pasa recordándole a la humanidad que no sólo de pan vive el hombre, y aunque este es necesario, hay otras cosas que también son esenciales.
«Necesitamos el sentido de la vida y la esperanza que nos hace vivir, no podemos reducir al ser humano a lo económico, a la material, el ser humano es algo más», expuso el católico.
Agregó que las personas no solo se deben alimentar de pan, sino que también lo tiene que hacer con la comida espiritual.
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Poder
Teodoro Gómez dice que cuando alguien tiene poder, pero lo usa de manera perversa, se convierte en idolatría.
«El poder absoluto lleva siempre consigo la opresión. La experiencia de la humanidad nos pone de manifiesto la corrupción a la que puede llevar la ambición. Por eso la respuesta de Jesús es tajante: al Señor tu Dios adorarás y solo a Él darás culto«, aseveró el padre.
Gómez puntualizó que el mundo no se humaniza con la fuerza del poder, al contrario, el poder puede convertir a cualquiera en alguien inhumano y hasta salvaje.
«Quienes buscamos seguir a Dios, no buscamos la gloria ni el poder, eso sería arrodillarnos ante el diablo, esa tentación sigue siendo actual en nuestra sociedad», concluyó Monseñor Teodoro Gómez.
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