Sol Macaluso es una periodista de guerra de origen argentino, que se encuentra en Ucrania reportando el conflicto bélico ocurrido en el territorio desde sus inicios. La reportera es la encargada de llevar el minuto a minuto a través de diferentes programas en España, pertenecientes a Mediaset.
Fue durante el programa de Ana Rosa, del canal español Telecinco, donde Macaluso a través de un teléfono móvil no pudo contener las lágrimas, al contar la petición que le hizo un compañero de su equipo.
Súplicas de un padre
“Llévate a mi hija” fue la súplica que su compañero le hizo. “Hazte cargo de ella y que no le falte nada”. Todo esto ocurrió mientras ellos intentan llegar a la frontera del país y los civiles deben quedarse a luchar.
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Pidiendo disculpas a Patricia Pardo por su voz entrecortada, Macaluso expresó: “No hay palabras. Llevamos un mes juntos y hemos compartido todo el día de información. Es muy duro que se tengan que quedar a defender a su país y a defender a su familia”.
Cuando la presentadora del programa de Ana Rosa le preguntó si se llevaría a la niña, Macaluso respondió rotundamente: “Sí, es mi familia ahora”.
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Mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos explicaba además, que no tiene claro cómo salir de Ucrania, también mencionó que desde el primer momento se comprometió a sacar a la niña del territorio y acompañarla en el duro proceso que significa alejarse de sus padres.
“Mi familia cada vez se hace más grande con cada uno de ellos. Son personas increíbles”, sostuvo.
No obstante, horas después de hacer las declaraciones en el programa, decidió explicar en sus redes sociales que la niña es la hija de su FIXER (Max) y mientras que ella tomó la decisión de quedarse en Ucrania para continuar con su labor periodística, la hija de Max, el fixer, se la llevaría su colega y camarógrafa para España.
Defenderán su país
En cuanto al padre de la niña y guía del equipo, Macaluso ha comentado que tendrán que tomar las armas y defender como ciudadanos ucranianos a su país: «Él vuelve a buscar a su mujer, para poder continuar con nuestro trabajo ella se quedó a 40 kilómetros de Kiev (capital de Ucrania), en una de las casas en la que nosotros pasamos la noche, además, sus padres aún están en un refugio en la capital, pero ellos no quieren abandonar la capital.
«Es todo muy sensible y complicado», ha aclarado la periodista sobre la familia de su compañero.
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