CORTÉS, HONDURAS. Un juez resolvió ayer, viernes, imponer la medida cautelar de detención judicial a Melkis Joel Zúniga Uclés, a quien suponen responsable de los delitos de maltrato familiar agravado, violencia contra la mujer y lesiones en perjuicio de Nimsi Nohemí Martínez López y un menor de edad.
Según la información que se conoció el día jueves 28 de octubre del año 2021, entre las 12:30 a 01:00 de la tarde, por el bulevar del Este en la vía que de La Lima conduce al centro de San Pedro Sula transitaba la familia Zelaya Martínez en un vehículo doble cabina marca Mitsubishi, modelo L200 4X4, color gris oscuro.
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Melkis Zúniga iba como conductor y la señora Nimsi Martínez era copiloto. También iban a bordo un trabajador de nombre Marvin Milán Medina Garmendia y el hijo de 9 años de la pareja, que también fue golpeado por el sujeto.
Según las autoridades, supuestamente, a raíz de problemas financieros inició una fuerte discusión. El esposo iba insultando a la mujer, usando palabras como tonta, estúpida, imbécil, hija de p…, que no servía para nada.
La discusión se elevó a tal grado que el agresor comenzó a agredir a puño cerrado en el rostro a la mujer. Todos estos hechos ocurrieron mientras conducía, pues ellos se dirigían de San Pedro Sula a Yoro.
Luego, el esposo estacionó el carro pick-up, se bajó y violentamente agarró del pelo a su esposa, a quien jaló hacia el lado del asiento del conductor y volvió a golpearle la cara con sus puños.
Según evidencia fotográfica, la sacó y la tiró al pavimento para darle con el pie en su abdomen. Luego el agresor se apartó y se movilizó a la parte trasera del automotor.
Momento de la detención
Mediante una llamada anónima, donde un ciudadano denuncia la agresión y da la descripción del vehículo donde se conducía el hombre, el 911 pudo darle seguimiento y luego detener la hombre.
Las cámaras captaron cuando el hombre pasa por todo el bulevar y en un retén policial es detenido. El sujeto se ubica en la orilla de la carretera y varios agentes abren las puertas del carro y luego el implicado se baja del vehículo, cruza unas palabras con los uniformados y les muestra sus documentos. Después lo esposan y lo llevan hasta una posta policial.
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