REDACCIÓN. Un pescador de langostas que quedó dentro de la boca de una ballena cuando buceada y ésta lo confundió con comida e intentó tragárselo.
Michael Packard, de 56 años de edad, originario de Estados Unidos, expresó que creyó que había sido atacado por un tiburón, pero no sentía dientes que lo mordieran.
El sobreviviente dijo que estaba buceando a unos 14 metros de profundidad cuando»sintió un gran golpe y todo se oscureció«. «Entonces me di cuenta, ‘oh Dios mío, estoy en la boca de una ballena y está tratando de tragarme’«, añadió.
La
ballena jorobada, de
27 toneladas, lo tuvo dentro de su boca durante unos
30 segundos, pero el hombre aún podía respirar con su equipo de buceo. «De repente, subió a la superficie y comenzó a negar con la cabeza.
Me lanzó al aire y caí al agua. Estaba libre y simplemente floté allí. No podía creerlo,
estoy aquí para contarlo«, añadió.
Su compañero de tripulación, que había estado buscando desesperadamente burbujas en el agua del respirador de oxígeno de Packard, lo arrastró de regreso al bote.
Packard dijo que pensó en sus hijos y su esposa antes de que un compañero de tripulación lo rescatara en el barco y luego lo trataran en el Hospital de Cape Cod. «Estoy muy magullado pero no tengo huesos rotos», mencionó Packard desde el hospital.
OPINA LA CIENCIA
Charles ‘Stormy’ Mayo, científico senior y experto en ballenas del Centro de Estudios Costeros en Provincetown, dijo que los encuentros entre humanos y ballenas como este son raros.
No se sabe que las jorobadas sean agresivas y Mayo cree que fue un encuentro accidental mientras la ballena se alimentaba.
Las ballenas jorobadas tienden a comer abriendo bien la boca para tragar la mayor cantidad posible de presas, como peces o krill.
Por ello, algunos científicos marinos creen que lo que le sucedió a Packard fue un accidente.
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