TEGUCIGALPA, HONDURAS. El histórico y reconocido puente Mallol, insignia de la arquitectura e ingeniería que une a Comayagüela con Tegucigalpa, cumplirá 200 años en el 2021.
El paso de concreto ha visto circular a millones de hondureños y extranjeros. Por su antigüedad y diseño se convierte prácticamente en un monumento de la historia de Honduras.
El puente Mallol ha permanecido allí silencioso, mientras la capital del país crece y progresa. En 1821, mismo año de la independencia, este monumento se terminó de construir y lo habilitaron.
Desde ese momento, los hondureños pudieron cruzar el río Choluteca para trasladarse de Comayagüela a Tegucigalpa. Cosa que con anterioridad era imposible lograr y causaba dificultad.
Idea de la construcción
En aquel entonces el alcalde de la capital era de origen español, su nombre era Narcizo Mallol. Él fue la persona que decidió construir el puente en 1817, no obstante, no tuvo el honor de cruzar por él ya que murió meses antes de inaugurarlo.
El puente Mallol no siempre estuvo de pie como pareciera, en 1906 la crecida del río lo destruyó por completo y las ciudades gemelas quedaron incomunicadas. Las autoridades tuvieron que reconstruirlo y reforzarlo para que hoy se vea de esa manera.
La construcción concluyó en 1821, año en que los estados centroamericanos se declararan independientes de España y en el que fallecería Mallol, el 6 de marzo, razón por lo que se bautizó como “Puente Mallol”.
Gran obra de la arquitectura
La idea del puente era tanto escabrosa, debido a las impredecibles aguas pluviales de los ríos, además de ser muy costosa. El primer paso fue realizar un estudio sobre los vados y orillas del río para evitar zonas profundas.
Mallol encargó el diseño del puente al arquitecto José María Rojas, pero un tiempo después, al examinar detenidamente los bosquejos de los planos, no fueron de su parecer.
Por lo que Mallol, mandó a llamar al arquitecto Juan Bautista Jáuregui, a quien había conocido en Guatemala antes de haber sido nombrado alcalde de la Villa de Tegucigalpa; él realizó su viaje a Honduras y no tardó en ponerse a la orden de su amigo.
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Inmediatamente realizó los nuevos planos para el puente, los cuales aceptó el alcalde y se realizó la contratación de un maestro constructor, que recayó en el señor Miguel Rafael Valladares.
Primero se realizaron las bases, luego los arcos (diez en su totalidad) que unen a las pilastras y que sostienen la plataforma; se reforzó con un encofrado resistente y un metro y medio de alto de protección en los muros.
El proyecto se estaba volviendo una realidad, al son de los trabajos de albañiles y carpinteros y de un buen tiempo que les acompañase.
Desastres naturales que lo han golpeado
En 1830 una crecida en las aguas del río Choluteca dañó la parte de los arcos, que de Tegucigalpa conduce a Comayagüela.
Luego en 1906 otra crecida, en el mes de octubre, causó daños menores en su estructura los que se repararon de inmediato. Posteriormente en 1908 se procedió a reforzar la parte del cauce para que las crecidas no se llevasen las uniones entre el hormigón y la calzada.
Su máximo oponente fue el huracán Mitch en octubre y noviembre de 1998, el que con su tremenda fuerza no doblegó al Puente Mallol, pero sí lo hizo con los otros puentes de la ciudad.
El puente aún continua uniendo a las ciudades hermanas Comayagüela y a la capital Tegucigalpa.
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