HONDURAS. La falta de empleo, la crisis, la devastación después de Iota y Eta, son algunos factores que motivaron a miles de compatriotas a salir en la caravana de migrantes. La historia de los hondureños es similar, la impotencia hizo que dejaran todo y tomaran la decisión de migrar al país norteamericano.
Desde hace mucho tiempo, los compatriotas huían de Honduras, a partir de octubre del 2018 estas caravanas se intensificaron. Luego en el 2019 inició el éxodo masivo de hondureños, y en el 2020 los compatriotas continuaron con las caravanas, a pesar de haber una pandemia.
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Las historias de muchos son similares, y es que varios factores los obligan a huir de Honduras. Algunas son desgarradoras, la impotencia invade los cuerpos de los migrantes que pese al miedo del viaje, no tienen otra opción más que irse.
Diario TIEMPO Digital ha estado presente desde el momento que las personas comenzaban a llegar a la Gran Central Metropolitana de Buses en San Pedro Sula. Ahí, se pudo conocer de varias historias tristes de hondureños que dejaron todo por unirse a la ruta migratoria.
Desde La Mosquitia, para unirse a la caravana
Un ciudadano de la Mosquitia indicó a TIEMPO Digital que decidía irse por la pobreza que viven en el país. Asimismo, señaló que huían por la corrupción y el crimen, él manifestó que por la crisis el pueblo tenía que irse.
Alrededor de unos 80 misquitos se unieron a la caravana, quienes llevaban una semana de camino. «La mayoría de estas personas han perdido todo. Aquí si se trabaja, se lo quitan, lo que ganan se paga en impuestos. Entonces, hay que buscar otro camino», reveló.
El hondureño externó que su principal motivo para emprender el viaje era su familia, para darles una vida digna y trabajar para ellos. Además, en vista que ha notado como muchas personas no tienen cómo sobrevivir, eso le dio la valentía.
Se va para mantener dos hijos
Una mujer que residía en Jesús de Otoro, Intibucá, se movilizó hasta la terminal para unirse a la caravana. Según ella, al escuchar que partían tomó la decisión, y su motivo principal es que perdió todo en las inundaciones y tenía que buscar darle de comer a sus hijos de 7 y 8 años.
«Nos cierran las puertas, no encontramos trabajo, uno tiene que mantener sus hijos, a veces ellos tienen hambre y no tenemos de otra que irnos de aquí», agregó.
Joven deja su esposa e hijos pequeños
Un joven que llegó desde Jutiapa, Atlántida, declaró que iba solo con sus compañeros de trabajo. La decisión la tomó por la falta de empleo y los desastres que dejaron las inundaciones de Eta y Iota. Ellos sufrieron daños severos porque tenían sus viviendas cerca de los ríos.
Atrás dejó a su esposa y sus dos hijos de 5 y 6 años, al verlo partir se llenaron de tristeza, pero conocen que el propósito es darles una mejor vida, mencionó.
Por su madre y por sus hijos decide irse del país
Una ciudadana de 32 años detalló que residía en El Progreso, Yoro, y el desempleo la motivó a irse en la caravana. Según adjuntó, cumplirá dos años de no tener un trabajo, buscó, pero recibía un no de respuesta, por su edad, comentó.
«Nos ven como personas inservibles, piensan que no tenemos la capacidad de ser responsables en un empleo, piden personas de 18 a 25 años, e igual les piden experiencia», aseguró.
Ella externó que otro factor que la obligó a irse es la inseguridad. «Tengo familia, no tengo hijos, pero sí madre, hermanos y sobrinos, igual necesitan de mí», compartió. Asimismo, la mujer acotó que pagaba alquiler, y la situación era difícil.
«Yo lo venía pensando desde hace meses, pero me duele dejar mi familia y no es fácil, pero agoté el último recurso, en buscar trabajo, porque yo incluso soy una persona graduada, y aún así se me complicó», exteriorizó.
La necesidad lo obliga a huir
Un adolescente decidió emprender el viaje junto a su primo, llegaron desde el departamento de La Paz. Ellos tomaron la decisión de huir del país que los ha visto crecer por la falta de oportunidades, y la poca visión de futuro, expresaron.
Uno de ellos mencionó que atrás quedaba familia, entre ellos, su madre y sus hermanos quienes estaban tristes al verlos irse de su vivienda. «Es una dura decisión dejar a la familia, es difícil alejarse del hogar», opinó.
Su idea al lado de su primo es llegar a Estados Unidos para buscar una opción diferente, en vista que, en el país no encuentran un trabajo.
Desempleo por discriminación
Un hondureño se unió a la ruta migratoria con su hermano, y algunos primos, que llegaron desde Santa Cruz de Yojoa. El ciudadano declaró que una de las tantas decisiones de partir es que no hay fuentes de trabajo en Honduras.
«O solo porque lo ven a uno con sus tatuajitos, dicen que anda en malos pasos y cosas así, como no dan trabajo tal vez allá en Estados Unidos nos dan una oportunidad», recalcó.
Ellos son parte de esa población que a raíz de la pandemia por COVID-19 perdieron sus empleos. El joven expresó que se cansó luego de tener casi tres meses sin trabajar.
El ciudadano también relató que dejaba a sus hijos con su esposa, y agregó que prefería sufrir él que sus cuatro pequeños. «Dios nos va a ayudar, esa es la fe que llevamos», concluyó.
Afectado por la pandemia
Un capitalino de la colonia Renacer, se acompañó de su cuñada, y declaró que en el país no tenían trabajo y debían buscar algo mejor. Además, como muchos otros hondureños, dejó atrás a su esposa e hijos de las edades de 7, 10 y 11 años.
«Dejé de tener empleo desde que se vino la pandemia. Nosotros trabajamos de la albañilería y ahora solo a la gente conocida le dan trabajo», externó.
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