Abusos desde la niñez, la muerte prematura de su padre, un intento de violación por parte de un familiar, la separación de sus hijos y el suicidio de su pareja sentimental, son factores que marcaron la vida de una madre hondureña y que la llevaron a prostituirse.
Este sábado, le compartiremos la historia humana de una mujer con fortaleza, capaz de vencer de transformar los obstáculos que se presentan en su vida, en fortalezas para continuar con su vida. Se trata del relato integro de “Estrella”, así la llamaremos debido a que pidió proteger su identidad para evitar que sus hijos conocieran a lo que ella se dedicó por varios años para poder sustentar su hogar.
Estrella asegura que siendo servidora sexual ganaba bastante bien, lo suficiente como para llevar una vida sin preocupaciones económicas, pero le pasaba factura cuando en el fondo se sentía vacía y con un cargo moral que le impedía alcanzar la felicidad total.
La joven madre en conversación con TIEMPO DIGITAL, detalló que cuando se prostituía, además de tolerar estar en la intimidad con hombres desagradables, también debía aguantar la envidia de sus compañeras de labores. Lo anterior, debido a que ella era la mejor bailarina y la más cotizada del night club donde ofrecía servicios sexuales.
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¿Cómo fue su niñez?
Mi niñez fue bastante traumática con mucho maltrato psicológico, físico, el cual nunca debí vivir. Eso me traumó y me lastimó demasiado. Vivíamos en una gran pobreza, mi madre nos inculcó valores, y eso siempre se lo agradeceré, y mi padre murió cuando yo tenía seis años. Muchas cosas de mi vida, especialmente de mi niñez, deseo nunca haberlas vivido.
¿Cuál fue la peor experiencia que vivió de niña?
Lo peor que viví de niña fue cuando mi padre murió, y alguien de mi propia familia quiso abusar de mí cuando apenas yo tenía 12 años. Se lo conté a mi madre y no fue de su agrado, entonces actuó en contra mía. Hasta hoy, solo a mi madre se lo conté y hasta ahora lo vuelvo a repetir en esta entrevista.
¿Fue a la escuela?
Sí fui a la escuela, cursé hasta cuarto grado. No pude seguir mis estudios porque la condición económica de nosotros era bien complicada y a los 14 años me fui a convivir con una persona, que nunca debí haber hecho. Él me maltrataba y nunca me dio la oportunidad que yo me superara y es el padre de mis dos primeros hijos.
Él me ultrajaba y era bien grosero. Pero ahora adulta, volví a reanudar mis estudios, terminé la primera y ahora estoy en octavo grado en un colegio pública.
¿Cuánto tiempo vivió con el padre de sus hijos y qué edades tienen ellos?
Viví seis años con él. Tengo tres hijos: una de 21, uno de 19 y una niña de 15 años. Esta última es producto de otra relación que tuve.
¿Cómo fue que se involucró en esa vida de servicios sexuales?
Inicié en esa vida porque me alejé de toda mi familia, nunca he contado con su apoyo y no tenía cómo pagar casa. A mis hijos mayores me los quitaron, –dijo entre lágrimas- Me duele hablar de esto porque mi anhelo es estar con ellos. Todo era bien complicado, no tenía la capacidad para mantenerme a mí misma, ni siquiera para mantenerlos a ellos.
¿Quién le quitó a sus hijos?
Miré, yo vivía con un hermano, una vez me fui a trabajar, yo laboraba como dependienta en una tienda y lo que ganaba era muy poco, pero un día regresé a casa, y mis hijo no estaban. Le pregunté a mi hermano y me dijo que se los había entregado al porque él no estaba en la obligación de mantener hijos ajenos y me dijo que yo me podía ir cuando quisiera.
Entonces fue ahí cuando yo empecé a prostituirme. Ganaba muchísimo dinero y eso me gustó muchísimo porque siempre compraba cosas para mis hijos de gran costo y cuando iba a verlos, mis hijos lloraban porque querían estar conmigo, pero el padre de me los quitó y él es un alcohólico, drogadicto, una basura de hombre que me marcó la vida para siempre.
¿Él sabía a lo que usted se dedicaba?
El papá de mis hijos en ese entonces no lo sabía. Cuando yo empecé, fue porque una amiga me aconsejó que lo hiciera, ella me llevó a un lugar y pasó lo que tenía que pasar con un cliente. Lo único que me gustaba era que yo ganaba mucho dinero, y en lo económico, cambió bastante mi vida, pero en lo moral, no.
¿Qué fue lo peor que vivió cuando estaba en esa vida de servicios sexuales?
Lo peor que tenía que vivir era tener que acostarme con tipos que yo no conocía, ¡pero claro! había excepciones: me gustaba estar con chicos olorosos, de muy buena apariencia física y que me pagaran muy bien.
Pero lo peor, también fue compartir con mis compañeras durante esa actividad y tener que ingerir alcohol porque soy antidrogas y antialcohol. Ellas eran envidiosas y cizañosas porque yo siempre fui la mejor bailarina en los night club que yo trabajaba. Aparte, yo era muy bien pagada y cotizada y los mejores clientes me los pasaban a mí, porque yo nunca les robaba a ellos y sabía tratarlos muy bien.
¿Ha pensado en regresar a esa vida?
Pese a las circunstancias que estoy viviendo, no quiero volver a esa vida, porque me da miedo. Es decir, a veces quiero, pero a la vez no quiero, me siento en una encrucijada, pero le pido a Dios no tener que vivir eso.
¿Quién ha sido su apoyo en este proceso?
Siempre he sido una mujer sola, no tengo a nadie que vele por mí, tengo una niña de 15 años que es mi hija menor. Nunca me ha gustado esa vida y no es lo que quiero que viva una de mis hijas, obviamente.
Luego de estar con el papá de sus hijos, ¿tuvo otra relación?
Tuve una segunda relación con una persona que se mató en la sala de mi casa. Yo era muy feliz con él, vivíamos una vida divina. Él se quedó sin trabajo, cayó en depresión y se mató, eso me marcó de por vida, incluso estuve interna en el (Hospital) Mario Mendoza porque padezco de depresión.
¿Cómo logró salirse de la prostitución?
Un día llegó un cliente que me pagaba muy bien y él siempre me preguntaba que qué pasaba conmigo, yo le respondía que todo estaba bien, pero un día me preguntó directamente, “¿te gustaría salirte de esto? Yo respondí que sí, entonces me pidió que buscara otro trabajo.
Yo le dije que con otro trabajo no cubriría todas mis responsabilidades: pagar casa, agua, luz, comida, mantengo a mi hija y otros gastos como la educación de ella y la mía. Aunque estamos en colegios públicos, siempre gasto. Entonces le dije que un sueldo era poco para sobrevivir dignamente.
Él me respondió asegurando que cubriría todos esos gastos pero que me saliera de lo que estaba haciendo y me ofreció que viviéramos juntos. A mí me gustó la idea para poder estar más tiempo con mi hija y así cuidar más de ella y así me pude salir.
Así fue que me retiré de la prostitución, aunque me ofende decir esa palabra porque me duele mucho, pero esa es la verdad. Ese cliente me apoyó económicamente por un buen tiempo porque en lo demás me hizo trizas la vida. Gracias a Dios, él se alejó de mí.
¿Quién es el padre de su hija menor?
Esta última hija era de otro muchacho que conocí antes del joven que se suicidó. El papá de mi hija menor era ingeniero agrónomo, pero a él lo mataron porque se metieron a robar en mi casa y lo mataron frente a mi hija.
¿Ha pensado en regresar a esa vida?
Me gusta trabajar, me gusta el comercio, la cocina. Soy estilista y por ahora trabajo dos o tres veces a la semana en cocina y actualmente estoy fuera de ello, pero siendo sincera, me da miedo volver por un compromiso económico muy grande que tengo.
¿Cómo hizo para superar esos obstáculos en su vida?
No se asuste con lo que le digo, porque esa no es ni la cuarta parte de mi vida, pero hay que ser feliz. ¿Sabe algo? Yo soy muy feliz, tengo a mis hijos que están bien y eso me da un gran placer en la vida, tengo a Cristo en mi corazón.
Sabe que yo tengo muchos sueños, anhelos, muchas metas por cumplir y todo lo voy a lograr, gracias a Dios y a la fortaleza que tengo, esa es la fe que no pierdo. Le cuento que tengo mucha comunicación con mi hija mayor, incluso me acaba de hacer abuela; con el varoncito es poca la comunicación, porque él trabaja y yo también y no coincidimos con los tiempos.
¿Cómo es la relación actualmente con el papá de sus dos primeros hijos?
Al papá de mis hijos tengo años de no verlo, mis hijos han crecido, pero siempre hay distanciamiento entre ellos. Con mi hija, la que me acaba de hacer abuela, me llevo bien pero no es la relación que yo quisiera tener con ella como la que tengo con mi hija pequeña. Ella creció en un mundo diferente, y eso lo entiendo porque le faltó mi afecto, pero yo nunca quise que me apartaran de ellos.
¿Cuál es su mayor sueño y qué siente que le impide cumplirlo?
Siendo adolescente me convertí en madre, no pude estudiar, no pude realizar mis sueños y ahora que soy adulta siento que quiero, pero no puedo. Tengo un sueño: deseo ser enfermera y radióloga, pero a veces pienso en que ya tengo 37 años y el tiempo es uno de mis mayores enemigos.
Yo trabajo, y hoy, por ejemplo, salí de casa a las 6:00 am y regresé a las 7:00 pm, pienso en que, cuando se reanuden las clases presenciales, no tendré tanto tiempo, pero yo realmente quiero graduarme y salir adelante. Me fascina la idea de estudiar enfermería, pero recuerdo que es una profesión demasiado cara y no está a mi alcance.
Actualmente, Estrella vive con su hija de menor de 15 años, su amor por la vida y por sus hijos, la ha mantenido en pie, pese a las dificultades que desde niña tuvo que enfrentar. La madre soltera asegura que es feliz y espera que sus tres hijos logren todos los sueños que ella no pudo cumplir.
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