Don Víctor Flores, de 67 años de edad, es un destacado artista hondureño que crea esculturas a partir del reciclaje de los montículos de basura que depositan las hormigas cortadoras de hojas fuera de sus nidos.
Don Víctor cuenta que empezó a hacer esculturas porque quería salirse de lo común. Ya no quería seguir haciendo artículos de barro.
En ese sentido, la materia prima que utiliza don Víctor Flores se llama carrón en Victoria, Yoro, que es su ciudad natal. El carrón es una especie de aserrín que descartan las hormigas Atta cephalotes; cuya esencia consiste principalmente en sustrato de hojas usadas y sin nutrientes.
El escultor recolecta estos residuos y luego los envía a pulverizar. De acuerdo al relato de don Víctor, esta actividad la realiza como terapia ocupacional luego de sufrir dos infartos.
Así, en 2012, un Víctor Flores determinado por las circunstancias emprendió la construcción de su primera obra mediante esta técnica. El primer producto en aquella ocasión fue un pez vela que luego vendió a un ciudadano checo.
Según detalló don Víctor, él primero esculpe en madera de pino tierno la figura a construir. Luego hace la composición, una mezcla a base de carrón y pegamento blanco. Y finalmente la aplica al cuerpo de la obra.
Vale aclarar que dicha técnica no tiene nada que ver con la taxidermia, método tradicional de conservación y montaje de animales para su exposición.
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Don Víctor llama su técnica “escultura de aumento”
A la técnica de sus obras, don Víctor Flores las llama «escultura de aumento». Eso, en virtud de los revestimientos de carrón que aplica a sus obras.
En afán de invención, don Víctor intentó crear obras con otros materiales residuales como el estiércol de ganado combinado con cal. Asimismo, probó con la amalgama de periódicos y almidón, pero no le funcionó.
“Todas se me polvoreaban, y se me quebraban”, reveló don Víctor.
Las sorprendentes esculturas de don Víctor Flores
A la fecha, el escultor yoreño, radicado en Ojojona, hace décadas tiene en su posesión un ciento de obras. Entre ellas destacan animales como cebras, leones, iguanas, caballos y peces. También tiene predilección por la figura humana y realiza trabajos a pedido.
Es preciso indicar que su obra más reciente es la réplica de la estatua de Francisco Morazán ubicada en el Parque Central de Tegucigalpa.