Nunca se ha rendido, a pesar de que el cáncer le arrebató a sus dos seres más queridos, sus padres. Ella es Corina Minero, una joven de 23 años, egresada de la carrera de periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). A tan corta edad sueña con ser escritora, incluso, empezó en la red social Instagram.
Corina cuenta que su infancia fue como la de cualquier niño y que tuvo «libertad de salir a jugar». En su hogar siempre hubo amor y los consejos de sus padres nunca faltaron.
«Voy a la iglesia desde pequeña, entonces también tuve esos valores religiosos. Mi infancia fue muy bonita», contó Corina. Fue hija única por parte de mamá, además, su familia nuclear solo estuvo compuesta por ella, su padre y su madre.
Minero contó que su madre era su consejera y amiga. «Siempre tuve una relación de amistad» con ella. Acerca de su padre, Corina nos contó que siempre fue un hombre de carácter fuerte pero siempre fue detallista.
«Siempre me llevaba un dulce y me decía: ‘Ten, pensé en vos y te lo traje’. Él fue muy caballero. También teníamos nuestros choques, pero fue un hombre muy valioso para mí», apuntó la joven periodista.
El padre de Corina no solo fue un hombre caballeroso, como lo describe, también fue un maestro pues le enseñaba matemáticas. La joven es amante del cine mexicano, gusto que su progenitora le fue enseñando.
«Mi madre me enseñó el gusto por el cine mexicano. Siempre compartía momentos agradables con ella», recordó.
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No eran perfectos, pero eran los mejores padres para mí
La relación que fomentó con sus padres fue interrumpida por el cáncer; ambos le fueron arrebatados. Pese al dolor de perder a sus dos seres más amados, no se detuvo, suigió adelante con estudios y proyectos.
Cuando era un niña quería estudiar Medicina, pero tiene hematofobia (miedo a la sangre). Por lo cual decidió orientarse al Periodismo y sus padres la apoyaron.
«Yo les comenté que quería estudiar Periodismo, pero mi mamá quería que yo estudiara matemáticas. Mi papá quería que estudiara Trabajo Social, pero ninguno se opuso a que yo estudiara Periodismo», narró.
Desde el primer momento, sus padres le dijeron que tendría todo su apoyo y «me dijeron: ‘Estudia lo que vos queras'».
Corina relató que siempre sus padres le brindaron todo lo que necesitaba «en medio de cualquier circunstancia», sus progenitores siempre la apoyaron hasta el último momento.
Los padres de Corina no pudieron verla obtener su título; su madre perdió la batalla contra el cáncer en el 2018. Mientras que su padre, también luchó, y un mes antes de la graduación, la terrible enfermedad le arrebató la vida.
Su padre estuvo cerca de contemplar el preciado momento en que Corina recibiera el título universitario. «Siempre estuvieron los dos para apoyarme en todo, mi madre siempre estaba pendiente de mí en la universidad y la misión de ellos fue apoyarme y siempre estuvieron para mí», relató.
Corina, compartió con Diario TIEMPO Digital cómo fue para ella darse cuenta que su madre, consejera, y al mismo tiempo, amiga, tenía cáncer y cómo fue todo el proceso antes de su muerte.
Jamás se me van a olvidar esas palabras
La lucha de la madre de Minero comenzó en enero de 2018, pero la sintomatología de ella comenzó en 2017. «En septiembre comenzó con tos, dolor de espalda, nosotros creíamos que era algo común. Ese año fue de las peores navidades», contó.
Corina agregó que para enero de 2018 llevan a su madre a consulta y que «estuvimos un mes ‘El Tórax’ y en la radiografía aparecía una mancha en el pulmón y la dejaron interna. Los médicos ya sospechaban de un cáncer, pero no lo podían decir porque tenían que hacer estudios».
Posteriormente le realizaron dos biopsias. Corina fue la encargada de abrir el resultado de la última biopsia, pues a ella le tocó ir a recogerlo.
«Yo la abrí, me dio curiosidad de ver el resultado. Al abrirla leí adenocarcinoma pulmonar positivo por malignidad. Jamás se me olvidarán esas letras», relató con voz entrecortada.
Corina sirvió a su madre hasta el último día de su vida
La noticia fue como un balde de agua fría para Corina, pues se trataba de su madre, adicional, la noticia recibió cinco días antes de su cumpleaños.
La joven relató ella ya había matriculado sus clases en horario normal antes de que iniciarán las quimioterapias de su madre y «gracias a Dios me tocaron profesores accesibles».
«Ya cuando mi mamá sabe, no se lo dijimos nosotros, sino un médico. Ella lloró. Lloramos todos porque no es fácil que te digan ‘tu mamá tiene cáncer’. Creo que es una de las peores noticias. No cualquier persona las recibe de la mejor manera», apuntó.
Seguidamente, contó que ella le dijo a su mamá que podía cancelar el periodo para atenderla a tiempo completo, pero «me dijo que no porque ella quería que yo siguiera estudiando, que ella no se estaba muriendo».
Comenzó el proceso de quimioterapia para la madre de Corina. Sin embargo, cuando ya iban por la cuarta, ya no había medicamentos. No fueron suficientes. La madre de Minero no registró avances y en septiembre dejó de caminar.
Con una voz que ya se quebrantaba, Corina contó que estuvieron 18 días soportando injusticias por parte de médicos y enfermeras en el Hospital Escuela.
«Mi mamá estuvo en la cama, conectada con oxígeno permanente y lamentablemente murió en noviembre del 2018. Me siento bien, porque pude servir a mi mamá hasta el último momento de su vida».
Posteriormente a la muerte de su madre, Corina llegó a creer que Dios no existía. Incluso estuvo a punto de sufrir un preinfarto ante la pérdida.
Primero mi madre y ahora mi padre
Pero el sufrimiento para esta joven no acabaría, pues al poco tiempo del fallecimiento de su madre, su padre comienza a tener complicaciones de salud. Minero Contó que él siempre se realizaba chequeos médicos, pero la muerte de su esposa, lo afectó notablemente
Cuando la salud de su padre comienza a empeorar aún más, Corina ya se encontraba realizando su práctica profesional en un medio de comunicación. Ante ello, la joven le dice a su papá que se va a retirar de su práctica para cuidarlo.
Sin embargo, su progenitor le dice que no, que siga su práctica. «Siempre mis papas quisieron que o terminara la universidad, aún en sus momentos de enfermedad», contó.
La salud del padre de Minero comenzó a complicarse más cuando ella ya está a punto de culminar su práctica. En ese momento comienzan una serie de exámenes complicados para su padre, biopsia de médula ósea, ya que no encontraban por qué había empeorado tanto.
«Mi padre tenía unos ganglios inquinales inflamados y tenía inflamados sus testículos y recuerdo que le hicieron una biopsia y yo fui a traer el resultado y allí leí la patología. Pero sinceramente no sé qué decía».
Justo el día en que el papá de Minero muere, entregan una tomografía en la cual indicaba que el cáncer se había regado por todo el cuerpo. «El 8 de octubre él murió. Dejó lista su camisa y su traje para ir a mi graduación, pero lastimosamente no se pudo», contó.
Logros académicos son de tres: mi mamá, mi papá y yo
Ante la pérdida de su padre, Corina contó que ella no tenía deseos de asistir a la ceremonia de graduación, pero que recibió el apoyo y las fuerzas por parte de su mejor amiga de la universidad.
«Con mi amiga planeábamos el día de la graduación, pero yo le dije que si mi papá moría no asistiría a la graduación. Pero ella me dijo que con más razón tenía que ir ‘ellos están orgullosos de vos'», relató.
Llegó el día de la graduación y Corina aprovechó el momento para rendirle homenaje a sus padres que, a pesar de sus enfermedades, siempre la apoyaron para lograr su meta. Días antes, la joven imprimió una fotografía de sus padres para poder llevarla consigo en una retratera. Además, decoró su birrete en honor a sus padres.
«Cuando el rector dice volteen a ver atrás y denle las gracias a las personas por las cuales obtuvieron el título, miré la retratera y puse mi mirada al cielo. Se que mis papás estaban orgullosos ese día porque pude lograrlo y sé que en espíritu estuvieron conmigo. Cada logro académico fue de tres, de mi mamá, mi papá y yo. Ellos siempre me apoyaron en todo momento».
Tengo pensado escribir un libro sobre la historia de mi mamá
Han transcurrido más de un año desde la muerte de su madre y más de medio año desde que su padre murió y Corina no se detiene y sigue estudiando y ya va por su segunda carrera. Actualmente, cursa Letras en la UNAH.
Asimismo está en busca de una beca para poder especializarse en Comunicaciones. Quiere emprender y que tiene un par de proyectos a futuro. Durante cuarentena le salió un proyecto con un blog web de España y piensa escribir un libro sobre su madre.
«El hecho de que haya quedado sin padres, quizás es un poco difícil, pero no es el fin. Una lección que he aprendido es que no es el fin, hay mucho por lograr», cerró.
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