Ana Rosales y su hija menor hace dos años sufrieron un trágico accidente vehicular donde ambas perdieron un brazo, sin embargo esto no ha sido una limitación para Rosales quien trabaja como taxista en la ciudad de San Pedro Sula.
“La idea del taxi la tuve porque una amiga cuando viene de viaje a SPS ella ocupa taxi entonces ella se dio cuenta que yo tenía un carro y dijo mamita usted va a ser mi taxista, desde ahí comenzó todo”, explicó Rosales.
En entrevista con el equipo de Tiempo Digital Rosales expresó que antes del accidente ella trabajaba como estilista y confeccionaba ropa.
“Ahora no puedo hacer eso porque necesito mi otro bracito. Yo lo digo hoy, mañana y siempre que Dios ha sido bueno. Él es quien me da todas las fuerzas para seguir adelante”, suspira la sampedrana.
En virtud de lo ocurrido y gracias a la idea de su amiga convirtió su vehículo en un taxi VIP. También aclara que no trabaja todos los días solo cuando solicitan su servicio.
“Yo me he conseguido uno que otro cliente. Trabajo cuando un cliente, me llama y solicita mi servicio. También cuando conozco a alguien, yo le regaló una tarjeta para cuando ocupe taxi”, evidenció.
Rosales comentó que lleva casi un año de trabajar como taxista en la ciudad industrial. “Es más, yo me siento segura cuando ando ese volante”, continuó.
Mientras relataba un poco de su vida, Ana Rosales detalló que hace viajes a La Ceiba, a Cortés, a El Progreso y también maneja en toda la ciudad. Contó que a pesar de sentirse mal cuando se ponía la ropa y miraba su manga vacía esto no la hizo caer en depresión.
Historia de la hija de Rosales
Fernanda Lucia Delcid Rosales es la hija de Ana quien también perdió un brazo a raíz del accidente.
Rosales añadió: “Mi hija es una niña súper inteligente eso no es una barrera para ella. Después de los tres meses de haber salido del hospital ella dijo, yo quiero regresar a mi colegio”.
La historia de Fernanda Delcid revelada por la madre conmociona ya que tras ser atendida, el día del fatal suceso, la pequeña además de perder una extremidad entró en estado crítico de coma.
Aparte de haber perdido su bracito, Fernanda sufrió un golpe muy grave en su cabeza, que la llevó al estado de coma.
“Mi muñeca más o menos estuvo como más de 12 días en coma. El estado era tan crítico que los doctores no daban señales de vida”, recuerda Rosales. Unas pocas horas antes de desconectarla, Dios le regresó la vida, asegura Rosales. “Quizá si ella hubiese muerto yo nunca me hubiese dado cuenta”.
Lo anterior, explica porque las dos estuvieron durante varios días en el hospital, “yo estaba destrozada de mi brazo. Mi brazo era un montón de carne desecha”, expresó con mucha consternación.
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Accidente
El accidente ocurrió hace dos años “yo venía en el bus de una empresa, venía desde Catacamas porque soy olanchana”, dice Ana Rosales.
Nadie sabía que el viaje familiar de una madre con sus dos hijos iba a culminar en un fatal accidente.
“Venía de pasear de donde mi mamá y me fui de vacaciones con mis dos hijos y al regreso pues pasó la tragedia”, lamentó. Rosales reveló que se trasladaba con sus hijos en un bus que salió desde Tegucigalpa dirigiéndose hacia San Pedro Sula.
A las víctimas les llevó estar unos 20 minutos a bordo del bus que los llevaría a su ciudad de origen. Posteriormente el mismo se dio vuelta. “Prácticamente la gente que miro dicen que fue pura negligencia del conductor porque él venía mensajeando por el teléfono».
Ana Rosales viajaba junto a sus hijos, Fernanda Lucia Delcid de 11 años y Fernando José Delcid de 16 años.
“Mi muñeca y yo perdimos nuestro bracito. A veces yo soy fuerte pero muy dentro de mí Dios sabe, conoce mi corazón y el dolor de mí. El dolor de mamá que yo por dentro de repente estoy desgarrada y no pego el grito al cielo porque tengo que ser fuerte por mi hija”, precisó en un tono de tristeza.
Un que accidente marcó la vida de Rosales. «En ese instante perdí algo que no lo volveré a tener, mi brazo», dijo.
Apoyo de Dios
Según las palabras de Ana, Dios fue preparando a su pequeña niña para afrontar esta etapa tan compleja.
«Hoy por hoy mi hija es una niña como otra. Ella dice si me ven es porque soy bonita y ven que no tengo mi bracito pues que miren no hay problema», comenta.
A criterio de esta madre llena de una actitud positiva, su hija se vería bastante cohibida. «No quería dejarla ir al colegio. También le dije que ya no usara su trajecito con el que danzaba en la iglesia».
Pese a la protección que quiso darle Rosales, después de ver a su hija sin un brazo, la pequeña nunca se sintió inferior a nadie. Este es un ejemplo más de superación que demuestra. En ese sentido, aconseja que nada se resuelve con encerrarse a llorar.
«Hay personas que están pasando por situaciones como la mía o peor y deciden quitarse la vida. Hay quienes tienen su cuerpo completo y se sienten inútiles; yo no tengo mi brazo y me siento útil porque además de ser taxista soy ama de casa», destacó con mucho orgullo.
Agregó indicando a todos los seguidores de Tiempo Digital que viajan a SPS o que son de la ciudad y necesiten del servicio de un taxi seguro pueden llamarla al numero 9667-9556.