REDACCIÓN. Al consultar a la población sobre un fármaco que ha demostrado eficacia frente al nuevo coronavirus Covid-19, la mayoría de la gente nombraría sólo uno, la hidroxicloroquina o, más fácil, el fármaco del que se deriva, la cloroquina.
Cabe decir, que la cloroquina es un medicamento para la malaria, mismo que Donald Trump popularizó a mediados de marzo. Esto, al ordenar acelerar su investigación como alternativa para el Covid-19, tras el aparente éxito en China.
Sin embargo, días después, una carta publicada en Nature recordó que, era mejor utilizar la hidroxicloroquina, más difícil de pronunciar pero también más nuevo y teóricamente menos tóxico.
Locura y advertencia
El anuncio desato la locura y Sanidad tuvo que limitar el acceso a dicho fármaco, los laboratorios que la fabricaban incrementaron su producción. Además, donaron dosis gratuitas al Gobierno y se empezaron a diseñar ensayos clínicos para ver si esa percepción era real o no.
Fármaco puede causar problemas de ritmo cardíaco a pacientes de Covid-19
En ese sentido, la EMA recuerda que estos dos fármacos se utilizan en el contexto de la pandemia actual. Lo anterior, para tratar a pacientes del Covid-19 y para su investigación en ensayos clínicos.
«Sin embargo, los datos son todavía muy limitados e inconcluyentes, y los efectos beneficios frente a la enfermedad no se han demostrado, ya que es algo para lo que se necesitan estudios más multitudinarios y bien diseñados», sostiene la agencia.
Por tanto, la máxima autoridad del medicamento en Europa, apunta a que en muchos de esos ensayos clínicos se utilizan dosis mayores de las recomendadas para las indicaciones ya autorizadas, lo que puede incrementar el riesgo de efectos secundarios.